El secretario de Educación de la provincia, Víctor Debloc, fue entrevistado en Aires del Interior por LT9 sobre la situación y las nuevos plataformas educativas a distancia que se están implementando en el marco del aislamiento social por la pandemia de coronavirus.

"Es un proceso educativo educativo complejo y diferente. El sistema educativo no está en pausa sino que está funcionando en otro modo, que es bastante incierto porque el actor principal, el educador, que es el que tiene que salir al encuentro de los alumnos no puede ir a la escuela".

El vínculo educativo se fue generando, que era lo importante: sostener el vínculo educativo para que haya continuidad escolar en estos límites tan difusos que significan pensar la escuela en la casa, en el autoapredizaje, recibiendo orientaciones e indicaciones de los profesores para realizar algunas actividades concretas

En este sentido, el funcionario sostuvo que los cuadernos de contenidos que distribuyó tanto el Gobierno nacional como provincial "vinieron a cumplir una función social importante, un material articulador para el trabajo de los alumnos en las casas en la medida que ellos tengan relación con sus maestros. Es un bien igualador porque llega a todos los alumnos de la provincia".

Sin embargo, Debloc reconoció que hay una problemática en torno a las plataformas virtuales porque los alumnos se encuentran en condiciones sociales diferentes y no todos tienen el mismo acceso a las tecnologías ni al internet. "Una nueva cara de la desigualdad", la definió el secretario.

Vuelta a la escuela y calificaciones

Sobre la decisión de no calificar con notas en el primer trimestre de este año, el secretario manifestó: "Creo que se puede evaluar porque la actividad que realiza un maestro, en la medida que haya del otro lado alguien que escucha, piensa, interviene y hace algo con eso que se transmite, hay un aprendizaje y descubrimiento de nuevas habilidades".

"Se puede evaluar como proceso, como un seguimiento, ahora vamos a ser claro: no se puede calificar a los alumnos con un aprobado o desaprobado. En general uno puede calificar como aprobado todos los esfuerzos sociales, educativos y escolares de los alumnos, de los familiares y de los docentes. Ahí vamos a tener una evaluación positiva pero no podemos calificar el desempeño individual de cada alumno, eso es imposible", enfatizó.

Sobre este punto, subrayó: "Los docentes en febrero preparararon las clases de marzo para enseñar y calificar en la escuela los procesos y resultados dentro del aula habitual. Pero ahora se rompió la habitualidad, por lo menos por un tiempo, se requebrajó, en el marco de una emergencia sanitaria. No hay que perder de vista eso".

"En este escenario-indicó- no se puede calificar, sería casi un acto de expulsión injusto. Sí hay que evaluar todo el proceso, los recursos que se ponen en marcha, el compromiso. Estamos en una situación compleja. Vamos a tratar de calificar el segundo, seguramente el tercero sí lo podamos hacer", agregó.

En esta dirección, remarcó que "nadie tiene que perder el año. Porque esto es algo que se nos vino de afuera, no la construimos nosotros. Somos responsables sí del cuidado y de ser lo suficientemente inteligentes para resolver los problemas que tenemos. Pero no podemos culpar o poner en situación de culpa porque no alcanzó, porque no se pudo comunicar, porque no tiene el dispositivo o porque el reporte de lo que va aprendiendo fue escaso respecto al de otros compañeros o compañeras".

Sobre la vuelta a la escuela dijo que "lo están pensando porque hay planeamiento educativo y porque los gobernantes miran del presente hacia el futuro. No me parece que se pueda volver (a las aulas) en los próximos meses. Las autoridades sanitarias van a indicar qué se puede y qué no".

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