“Al país lo podemos dividir en dos, uno es todo el resto, las provincias que están bárbaro. Si pudiésemos sacar este engendro que es el AMBA, seríamos los campeones mundiales en la lucha contra el coronavirus. Todo está concentrado acá en el mundo de los porteños”, comenzó la charla el doctor Cámera este sábado en Punto de Partida.
“Es fundamental esta diferencia, porque los gobernadores y los intendentes deben perder el temor de que en interior pase lo mismo que en Buenos Aires y es necesario que se reactive lo que más pueda, por supuestos con todos los cuidados porque es necesario reactivar la economía. Sabiendo que por meses no podremos volver al sistema de vida anterior, nunca más el mate con los amigos, hay que priorizar lo que es laboral lo que es económico, lo que es comercial, después vendrá el entretenimiento, la fiesta de 15”, agregó.
El doctor Camera explicó que el tema en el área metropolitana es que hay 15 millones de personas viviendo en el espacio que hay entre Rafaela y Santa Fe. Y de esos, 3 millones y medio viven en barrios muy precarios, con un sistema habitacional deficiente, sin agua y sin servicios.
“Si uno mira el mapa de coronavirus se puede observar que las grandes ciudades han sido un desastre. Es un virus como el Tango y el Rock and Roll al que le gusta la ciudad” dijo Cámera.
“El coronavirus expresó esta realidad del país en su grado máximo”.
El doctor Camera explicó su idea de que se necesita liberar las actividades comerciales y productivas. Opinó sobre el rol de los políticos, que deben asumir los costos de las decisiones para reactivar la economía y perder el miedo a lo que pueda pasar.
Además se animó a estimar que en el momento del pico podrá haber entre dos y tres mil contagios por día, y que el número de fallecidos por día podrá ser de 20; 30 o 40, durante un mes y medio, según varias proyecciones internacionales.
Finalmente destacó la figura del presidente Alberto Fernández, quien logró reunir a todo el arco político para la decisiones que deben tomar en torno de la pandemia. Por primera vez se hacen las cosas bien en este sentido en el país, ante el primer desorden político, ante la más mínima discordinación sucede un desastre.
