Los líderes de los países más ricos que forman parte del G20 se comprometieron a donar vacunas contra el coronavirus a las naciones de ingresos medios y bajos, pero no consiguieron consensuar una liberación temporal de las patentes de estos fármacos en la Cumbre Mundial de Salud, que tuvo como anfitrión a Italia.
"Todo el mundo, donde sea, debería tener acceso a las vacunas" exigió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al comienzo de la cumbre presencial y virtual convocada por el miembro presidente pro témpore del G20, Italia, dejando en claro cuál es la propuesta de la Unión Europa (UE) para avanzar hacia este objetivo.
"Europa tiene intención de suministrar por lo menos 100 millones de dosis a países de ingresos bajos y medios, antes de fines de 2021", dijo y luego Alemania y Francia anunciaron donaciones sustantivas al sistema multilateral Covax, que busca garantizar una distribución más igualitaria de vacunas en el mundo.
Pese a la evidente falta de acuerdo, el anfitrión, el primer ministro italiano, Mario Draghi, se mostró optimista y prometió: "Mientras nos preparamos para afrontar la próxima pandemia, nuestra prioridad debe ser asegurarnos de superar juntos la actual. Debemos vacunar a todo el mundo, y rápidamente".