Luego del triunfo sabalero del viernes, se comenzaron a viralizar por las redes los festejos enfervorizados de los hinchas de Colón, que con gritos y lágrimas expresaron su alegría por el primer título en la historia grande del club.

Una de las imágenes que más circularon fueron las del actor y humorista santafesino Dady Brieva, reconocido hincha rojinegro que vive y trabaja hace muchos años en la ciudad de Buenos Aires, sin olvidar a su siempre querido Colón.

"No voy a la cancha ni miro los partidos, porque sufro Colón. Cuando jugamos con Independiente, terminé el programa a las 19 y salí a correr. Entré cuando habían hecho los dos goles, estaba mi hijo Felipe viéndolo. El viernes pasado terminé el programa, me fui a comer piza a la cocina, abrí un vino y empecé con la revolución en el estómago", contó Dady en comunicación con Osvaldo Medina y Mariano Bravi en Primera Mañana por LT9.

Y agregó: "Escuchaba a Felipe que gritó el tercero, faltaban 8 minutos. La Chipi no me dejaba ir para no romper la cábala. Pero faltando dos minutos no aguanté más y pasó eso que quedó registrado".

"Son muchas cosas, uno que es de esta generación, que nació en Santa  Fe, que se vino a Buenos Aires hace muchos años para triunfar. Cuando alguien de un pueblo si viene acá se trae el sueño de todos los que quedan, porque muchos apuestan por vos y muchos no. Uno viene con una carga extra, y venir acá y poner Colón, con mi hijo con la camiseta", indicó el santafesino cuando le preguntaron qué sentía en ese momento del pitido final.

"Me acordé del vago que lloraba en Paraguay (Darío Genolet), me acuerdo de Rubén Carughi cuando estábamos arriba del escenario y perdimos contra Banfield después de 176 penales (Nacional B, 1993), y me acordé sobre todo de la cantidad de viejos que se murieron en pandemia, de los tipos que no pudieron verlo. Creo que el viernes todos deben haber mirado al cielo y haber pensado en ese pariente que nos falta", destaco el sabalero.

Más adelante, explicó su teoría del 'negro que sube al podio y reivindica a todos los que no pudieron llegar': "Cuando Monzón estaba en Buenos Aires con los artistas, que pedía champagne francés, todos los que de alguna manera suben y son campeones nos hacen campeones a todos. Y molesta a veces, porque nos han hecho creer que no nos lo merecemos, que hay que vivir en una pensión al fondo del pasillo que ha sido allanada 70 veces".

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