El papa Francisco visita la ciudad de Iquique, la última etapa de su viaje a Chile y desde donde partirá hacia Perú, destino final de su sexta gira pontificia por América Latina.

En Iquique, una ciudad emplazada en el desierto de Atacama en la norteña región de Tarapacá, el pontífice encabeza la tercera y última misa masiva de su viaje a Chile, después de las que realizó en Santiago y Temuco.

Se espera que el papa se refiera en la misa a la inmigración, una realidad conocida por los habitantes de Iquique, donde estos últimos años se ha registrado un considerable aumento en la llegada de extranjeros.

El obispo de la ciudad, Guillermo Vera, explicó que en la ciudad viven migrantes de una veintena de nacionalidades que representan cerca del diez por ciento de la población.

"El mensaje que el Papa nos va a dar a los chilenos es también un mensaje para el mundo, porque una de las preocupaciones de su pontificado ha sido hacer tomar conciencia de la realidad de los migrantes, acogerlos, acompañarlos e integrarlos", añadió el obispo.

Antes de la misa, que se realizará en Playa Lobito, una amplia explanada a 20 kilómetros de Iquique, está previsto que el pontífice salude a dos víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), quienes le entregarán una carta.