El Día Mundial del Lavado de Manos es una oportunidad para consolidar hábitos saludables que nos acompañarán toda la vida. Además, este día es un momento único para que estudiantes de todas las edades se conviertan en agentes del cambio, demostrando su solidaridad con la infancia de aquellos países donde las dificultades de acceso a una higiene adecuada es una traba para el desarrollo.
En el Hospital José María Cullen de nuestra ciudad se realizan actividades de concientización bajo dos paradigmas:
El lavado de manos con jabón es la forma más económica de prevenir las infecciones diarreicas y respiratorias agudas que minan la salud de millones de niños y niñas cada año. Estas dos enfermedades son responsables de la mayor parte de muertes de niños y niñas en el mundo. Sin embargo, el lavado de manos con jabón aún se practica muy poco y es difícil de promover, a pesar de su potencial para reducir el número de muertes.
El reto es lograr que el lavado de manos con agua y jabón sea un hábito automático practicado en los hogares, escuelas y comunidades alrededor del mundo. Convertir el lavado de manos con agua y jabón en un hábito arraigado puede salvar más vidas que cualquier intervención médica, reduciendo las muertes por diarrea a casi la mitad, y las muertes por infecciones respiratorias en una cuarta parte.
Esta mañana en el Hospital Cullen se realizó un trabajo de concientización que realizaron trabajadores y trabajadoras del efector de salud, bajo la coordinación de la médica infectóloga, Victoria Becker.
El móvil de Omar Vega habló con la médica infectóloga Graciana Morera y la enfermera en Control de Infecciones, María Soledad Insaurralde, quienes se refierieron a la importancia de la higiene de manos.