Gustavo Weiss, presidente de la Cámara de la Construcción, habló con LT9 sobre la situación del sector y reportó que se perdieron alrededor de 130.000 puestos de trabajo debido al parate de la obra pública.  

"Respecto a junio del año pasado hemos perdido cerca de 110.000 personas vinculadas a la UOCRA, y a eso hay que sumarles 20.000 administrativos, técnicos y profesionales, que son los mensualizados que tenemos las empresas, así que estimamos el orden de 130.000 personas directas que ha perdido la actividad", declaró. 

Weiss recalcó que "cada empleo directo tiene uno indirecto, así que potencialmente hablando, deben haber corrido o corren el riesgo de suspensión o desempleo muchas personas vinculadas a los fabricantes de insumos que proveen a la industria". 

"La obra pública nacional todavía continúa prácticamente parada, salvo alguna muy honrosa excepción, a pesar que el gobierno ya ha manifestado su intención de continuar una serie de obras prioritarias en poder del Gobierno Nacional. Simultáneamente ha firmado con las provincias del país la transferencia de obras para que las continúen las provincias. Pero todo esto es un proceso que, una vez tomada la determinación, demora en el tiempo hasta que las obras realmente se reinicien", señaló.

En ese sentido, el presidente de la Cámara indicó que "Santa Fe tienen algún nivel de actividad, más o menos importante, con fondos propios". 

Con respecto a una reactivación del sector, Weiss dijo: "Lo veo difícil. Desde que uno toma la determinación de reiniciar las obras hasta que efectivamente comienzan en la práctica con gente trabajando en el lugar, pasa tiempo". 

"Ya estamos prácticamente en el mes de agosto y primero hay que pagar la deuda anterior, cosa que todavía no se ha hecho salvo en una proporción muy menor. Hay que sentarse con cada contratista a ver en qué condiciones esta la obra, si hay que reparar algo. Hay que ver el tema de la redeterminación de precios, y aquellas fórmulas que tratan de mantener actualizado el valor del contrato a manera constante, ver si están en el régimen que corresponde, porque en muchos casos están muy atrasadas. En definitiva, hay un sinnúmero de problemas técnico-administrativos, que hasta tanto no se terminen de solucionar, hacen que las obras, más allá del deseo, no puedan arrancar", concluyó. 

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