El jefe de Estado reiteró en dos oportunidades que el país “está en emergencia” y en virtud de ello anunció que se reducirá el gabinete a “menos de la mitad” y que se adoptarán medidas para llegar antes al equilibrio fiscal.
Esas medidas -adelantó- estarán destinadas al sector exportador, al que le pidió disculpas porque las nuevas disposiciones van en contra de lo que su gobierno pretende fomentar.
Luego de hacer un detallado repaso de sus primeros dos años y medio de mandato, aseguró que las condiciones internacionales se modificaron y los cambios que propone su gestión deberán realizarse “más rápido” de lo que esperaban. En otras palabras, el jefe de Estado dio por finalizada la etapa de gradualismo económico.
Las frases más destacadas
Después de dos años y unos meses, la situación cambió por cosas que están fuera de nuestro control: la peor sequía en mas de medio siglo; por una mala política del gobierno anterior, importamos petróleo y el precio del petróleo en el mundo aumentó; las tasas de interés en los Estados Unidos aumentaron en un ritmo más rápido; China y los EEUU iniciaron una guerra comercial. Fueron todos cambios que no podíamos prever.
Hasta que no tengamos un Presupuesto sólido, los argentinos vamos a estar expuestos.
El Fondo accedió a elaborar un nuevo plan. Nuestro equipo viaja hoy y los detalles técnicos van a estar en los próximos días. Esto va a despejar cualquier duda sobre el financiamiento de 2019.
Para cubrir lo que falta en esta transición, que se ha transformado en emergencia, vamos a pedirles a quienes tienen más posibilidad de contribuir. Me refiero a quienes exportan en la Argentina.
Sabemos que es un impuesto malísimo que va en contra de lo que queremos fomentar. Es una emergencia y necesitamos de su aporte.
Tomé la decisión de reducir la cantidad de ministerios en menos de la mitad. Los gobiernos tienen distintos momentos y en cada momento se necesitan equipos diferentes. Vamos a dar una respuesta más focalizada en el momento que se vive.
Con esta devaluación la pobreza va a aumentar. Vamos a estar ahí para quienes estén más expuestos.
El golpe que recibimos en estos cinco meses es duro. El mundo nos dijo que vivimos arriba de nuestras posibilidades. Creímos con excesivo optimismo que podíamos ir despacio pero tenemos que ir más rápido.
Claro que quisiera pagarles más a los profesores universitarios, a los enfermeros, a los policías… Me encantaría tener más presupuesto para ciencia y tecnología. o llegar más rápido con las cloacas que prometimos… Pero cualquier estrategia de desarrollo necesita empezar por ahí: gastar menos de lo que recauda.
El fracaso de la Argentina es que siendo uno de los países potencialmente más rico del mundo, el 30% de su población está en la pobreza.
Nos toca vivir un momento difícil. Miremos la película, no la foto. Tenemos que solucionar de forma madura nuestros problemas. No hay herramientas mágicas, sí ideas, proyectos… Esta vez el cambio es verdadero.
Esta crisis tiene que ser la última.
Para mí no es fácil. Estos fueron los peores cinco meses de mi vida después de mi secuestro. Sé que el mayor esfuerzo, el más grande, es el que están haciendo cada uno de ustedes y sus familias.
Los que se oponen al cambio pronostican el caos para generar miedo. Más que nunca tenemos que seguir juntos hacia adelante con la determinación de que “sí se puede”. Tengo la fortaleza necesaria y estoy acá por ustedes, pero los necesito más convencidos que nunca frente a los predicadores del miedo.
Estamos hartos de un pasado que no debe volver. El cambio significa que no haya más privilegios. Que todos hagamos el mismo esfuerzo. Sé que los argentinos tenemos capacidad suficiente para lograr este cambio.
Queremos que nuestro país sea mucho más que una colección de cuadernos escandalosos. Quizás esta es la última oportunidad que tenemos de que la verdad salga a la luz. Estamos en un siglo lleno de conflictos, pero existe una gran oportunidad para los argentinos.