En un país donde el catolicismo sigue manteniendo un vínculo privilegiado con la estructura de poder, en los barrios son las iglesias evangélicas las que juegan un rol fundamental acompañando y conteniendo a los más vulnerables.
El Pastor Andrés Díaz, presidente del Concejo de Pastores de Santa Fe definió perfectamente su labor: "Nuestro trabajo está dado por el Evangelio, y tiene que ver con el necesitado, el que tiene pobreza espiritual y también material, ahí hay que equilibrar y trabajar integralmente".
El anclaje de los evangélicos en los barrios es profundo y cotidiano. La iglesia evangélica muchas veces en los barrios representa la estrategia de supervivencia para muchas personas, así lo describe el Pastor René Pérez: "Ponemos mucho corazón y ganas porque creemos en el poder de la Fe y el movimiento que produce. Tenemos merenderos, talleres con adolescentes y jovenes con problemas de consumo y también con matrimonios que llegan a punto de divorciarse, y ahora trabajamos con otra problemática que es la de los intentos de suicidio".
El Pastor Díaz explica con tranquilidad "la iglesia es como una comunidad sanadora vamos acompañando a las personas". La inmensa labor que desarrollan las iglesias evangelistas se basan en la cercanía con los problemas cotidianos y con la capacidad que tienen para acompañar en la búsqueda de respuestas para el trabajo, para la vida afectiva, para vivir en graves contextos de crisis.
"Nosotros enseñamos y acompañamos el cambio de mentalidad y valores, porque lo que hace el Evangelio es una transformación de adentro hacia afuera cuando empieza a cambiar el corazon", cerraron los Pastores
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