El caso Rosalía Jara tiene un nuevo capítulo este lunes, ya que está prevista una audiencia  para definir la suerte del único sospechoso detenido, Juan Valdéz, cuya situación ahora tiene otro escenario con la aparición de restos y prendas que serían de la joven desaparecida en Fortín Olmos hace más de un año y encontradas por casualidad por unos cazadores en un campo en la zona de El Bonete, hace una semana.

En tanto el sábado volvió a realizarse una marcha de vecinos de Fortín Olmos que volvieron pedir justicia por la joven desaparecida hace 14 meses y cuyos restos podrían ser los hallados el domingo pasado.

La manifestación de vecinos fue mucho más numerosa que las anteriores y contó con la participación de organizaciones que integran la Multisectorial de Mujeres de Rosario, Familiares de Víctimas de Femicidios, referentes políticos, de organismos de derechos humanos, ATE, Amsafe; además del acompañamiento del senador Osvaldo Sosa y el presidente comunal Rodrigo Acevedo.

La movilización se concentró en la plaza del pueblo y se dirigió al Salón Comunitario, ahí se leyó un documento refrendado por más de un centenar de organizaciones y en el que se acusó al Estado por la “incapacidad de encontrarla” porque “fue la propia comunidad que, con valentía y determinación, hizo público el caso y lo mantuvo vigente”.

También denunciaron una “trama de complicidades mafiosas entre las autoridades políticas, policiales y Juan Valdéz, que se mantuvo sin fisuras, demorando y complicando medidas que hubieran permitido resolver el caso con más celeridad”.

Expresaron el hartazgo de una comunidad que refleja lo que realmente ocurre en el norte santafesino, por eso resulta indispensable exigir el esclarecimiento del hecho y justicia para todos los responsables.

También los familiares hicieron saber su desconsuelo e indignación, además de la bronca, porque el hallazgo del último domingo genera un desenlace impensado, habida cuenta que falsos testigos habían asegurado haberla visto a Rosaría con vida en Reconquista.

También expresaron su impotencia “porque ante esta situación hay responsables, directos e indirectos, que no actuaron con la debida dedicación”.

Reclamaron que se agoten los recursos para lograr un rápido ADN de los restos hallados “porque hablar de meses es una locura y una vergüenza que nos lleva exigir que el Estado actúe con la celeridad que todos pedimos”.

Posteriormente, los manifestantes se dirigieron a la Comisaría donde expresaron a viva voz su reclamo, para concluir en la garita donde fue vista por última vez.