Verónica Monti amaneció el lunes sintiendo algo que hasta ahora le cuesta definir, pero sabía que necesitaba ver a Sergio Denis. El cantante está internado desde el 11 de marzo tras caer al foso de orquesta del teatro Mercedes Sosa de Tucumán. Después de atravesar una serie de operaciones (en el Hospital Ángel C. Padilla de Tucumán y luego en el Sanatorio de los Arcos en Buenos Aires), a principios de mayo fue trasladado a la clínica de rehabilitación Integral Alcla.
Allí se dirigió quien fuera su novia hasta antes del accidente, para poder visitarlo, a pesar de la restricción que la familia Hoffmann impuso para que no lo viera. "Ese tema ya está en la Justicia, mi abogado y yo estamos a la espera de que salga una mediación", contó la periodista.
Luego relató cómo fue el encuentro casual que tuvo con el músico. "Llegué a las 10:15 de la mañana, entré y saludé al guardia, que me tenía re fichada y me dijo que no podía pasar. Le pregunté si estaba la familia de Sergio y, como me dijo que no, le pedí que tuviera un gesto humano y que llamara a un médico para que me cuente cómo evoluciona", detalló Monti, y agregó que el oficial también se cercioró de que no hubiera cámaras de televisión en la puerta de la institución.
"Mientras esperaba al médico -me dijo que tardaría 25 minutos-, me senté en un sillón que da a la sala de rehabilitación, separada por una puerta de vidrio. Pasaron dos personas en sillas de ruedas, un chico en una camilla, y pasa él…", se frena Verónica Monti, todavía impactada por la imagen que le quedó del cantante.
Asegura que todo duró dos segundos y que recién pudo verle la cara a Sergio Denis cuando el enfermero que trasladaba la camilla se agachó. "Él (por el músico) llevaba un camisolín, esos propios de las clínicas. Estaba de costado, mirando para donde estaba yo. Tenía los ojos abiertos, pero la mirada perdida. Además, la boca semi abierta y estaba pelado", describió la mujer.
"Me impactó. Me impresionó, me parece una palabra horrible, pero fue un shock. Es mucho el deterioro. Está consumido, muy flaco. En mi cabeza yo tenía una construcción de una persona deteriorada, pero no tanto", continuó Monti, que abandonó la clínica en medio de un ataque de llanto. "Gracias por nada", le dijo, como pudo, al oficial de seguridad.
La última vez que Verónica y Sergio se habían visto fue horas antes del viaje del músico a Tucumán. "Y fui la última persona con la que habló antes de salir al escenario", aclaró quien expresó que el cantante no estaba en condiciones de brindar dicho recital.
"Me encantaría darle la mano. Que escuche mi voz, pero toda la familia me tiene bloqueada", lamentó, y explicó que los hijos y hermanos del cantante se enojaron porque ella sostuvo públicamente que el músico tenía problemas de adicciones. "En febrero de este año lo llamé a su hijo Federico para pedirle auxilio, pero me mandó a cagar. Literal".
Por último, describió como "mágico" el hecho de haber podido ver a Sergio Denis. "Lo vi, no de la manera que quería, pero lo vi", concluyó Verónica Monti.
Fuente: Contexto Tucumán