Durante su homilía del pasado Domingo de Ramos que supuso la vuelta de los fieles a la plaza de San Pedro tras la pandemia, el papa Francisco pidió una "tregua pascual" para la paz en Ucrania que termine "la locura de la guerra”.
"¡Se depongan las armas! Se inicie una tregua pascual, pero no para recargar las armas y volver a combatir, ¡no!, una tregua para llegar a la paz, a través de una verdadera negociación" declaró el pontífice, que también aludió a la situación en Perú, tras haber celebrado la misa de Ramos en la plaza San Pedro.
"¿Qué victoria será esa que plante una bandera sobre un cúmulo de escombros?" se interrogó el papa sobre esta "guerra que cada día nos pone delante de los ojos masacres feroces y crueldades atroces cometidas contra civiles indefensos"
Por otro lado, Francisco también dijo estar "cerca del querido pueblo de Perú, que está atravesando un momento difícil de tensión social”. Perú es escenario de manifestaciones y movilizaciones por las alzas de los precios de los combustibles y alimentos.
Durante la misa, Francisco no aludió en su homilía explícitamente a Ucrania, como viene haciendo de forma insistente desde que se desatara la invasión rusa, pero sí demostró de nuevo su preocupación por un mundo "herido" por conflictos como ese.
Lo hizo al recordar el martirio de Jesús de Nazaret: "Cuando se usa la violencia ya no se sabe nada de Dios, que es Padre, ni tampoco de los demás, que son hermanos".
"Se nos olvida porqué estamos en el mundo y llegamos a cometer crueldades absurdas. Lo vemos en la locura de la guerra, donde se vuelve a crucificar a Cristo. Sí, Cristo es clavado en la cruz una vez más en las madres que lloran la muerte injusta de los maridos y de los hijos", denunció.
Y continuó: "Es crucificado en los refugiados que huyen de las bombas con los niños en brazos. Es crucificado en los ancianos que son abandonados a la muerte, en los jóvenes privados de futuro, en los soldados enviados a matar a sus hermanos". (RTVE/EE/ EFE/AFP)