Los especialistas sostienen que una persona está sufriendo un "golpe de calor" cuando aumenta la temperatura corporal por una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación, al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento.
Cuando el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informa que hay alerta naranja la posibilidad de padecerlo aumenta ya que las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan por lo menos durante tres días consecutivos y en forma simultánea los umbrales térmicos de la localidad.
Cuando se está atravesando el golpe de calor, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal. El mismo puede presentarse en el momento o después de varios días de altas temperaturas.
¿Cuáles son los síntomas?
¿Cómo debemos actuar si ocurre?
Es importante actuar rápidamente. En primer lugar se debe intentar bajar la temperatura del cuerpo de la persona afectada, con hielo o con un baño de agua helada. Además es importante.
El golpe de calor puede ser muy grave, en especial en los bebés y niños pequeños. Por eso, ante los primeros síntomas se aconseja consultar al médico o acercarse al centro de salud más cercano.
¿Quiénes son los más vulnerables?
Cualquier persona puede ser víctima de un golpe de calor. Sin embargo se debe tener especial cuidado con los siguientes grupos ya que tienen mayor riesgo de padecerlo:
Fuente: Telam.