Los tres proyectos presentados por diferentes fuerzas políticas, Frente de Todos y Juntos por el Cambio, persiguen el mismo objetivo: que una persona que padece una enfermedad grave, crónica e incurable, y que ve afectada su dignidad, sin diagnóstico de mejoría, pueda decidir cuándo morir. La diputada Latorre hizo una presentación para el tratamiento de su proyecto mediante el artículo 109, que contempla que cuando tres o más diputados realizan esta solicitud, la presidencia de la comisión está obligada incluirlo en el temario, por cuanto estiman que se dará curso.
Uno de los proyectos se denomina “Ley de Buena Muerte y regulación de la eutanasia”, presentado por los diputados de la UCR Alfredo Cornejo, Jimena Latorre y Alejandro Cacace. Otro se llama “Ley de Interrupción Voluntaria de la Vida”, ingresado por los legisladores radicales Julio Cobos y Pamela Verasay. El tercero se titula “Ley de Derecho a la Prestación de Ayuda para Morir Dignamente” o “Ley Alfonso”, impulsado por Gabriela Estévez, diputada del FTD.
En Hora de arrancar entrevistamos a Elisa "Kuky" Lisnofsky, creadora y administradora de la organización ciudadana Eutanasia: Derechos y Final de Vida. Es una madre que perdió a su hija, quien tuvo que padecer un fin de vida cruel e innecesario cuando la ciencia no tenía nada para hacer, más que alargar inútilmente su agonía. Su pedido de dar fin al sufrimiento, acompañado por el entorno familiar, no fue escuchado ni respetado por el equipo de cuidados paliativos que la atendía. “Kuky” fue invitada a defender la ley en el Congreso (agosto, fecha a confirmar).
“Nosotros hablamos de morir con dignidad. Se ha dado en llamar Ley de muerte digna a la ley de nuestros derechos como pacientes, que privilegia la voluntad y la autonomía de los pacientes que están en una situación de padecimiento grave e incurable a que se le retiren todos los soportes vitales, incluidos hidratación y alimentación, y que se le administre sedación paliativa, que es proveer al paciente de suficiente cantidad de droga para que entre en un coma profundo sin dolor y sin conciencia”.
Nuestro país cuenta con dos grandes marcos regulatorios. La Ley Nº 26.742/2012 “Nuestros derechos como pacientes” (más conocida como Ley de Muerte Digna) que modifica la Ley N° 26.529/2009, que estableció los derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la Salud. La modificación tiende a garantizar la autonomía de voluntad del paciente.
“Es una ley muy desconocida, no sólo para nosotros, para la población en general, sino también para muchos profesionales de la salud. Esto es un problema que tenemos que trabajar y resolver y que el Estado debe hacerse cargo de que se haga cumplir como corresponde”, expresó.
En ese sentido, afirmó que uno de los propósitos de la organización es “promover que se conozcan estas leyes que nos corresponden y, además, estamos por la ley de eutanasia y suicidio médicamente asistido, que estamos hablando de otra cosa, porque lo que la ley posibilita es permitir la muerte, el paciente muere a consecuencia de su padecimiento previo, la intencionalidad es permitir que muera en el tiempo que el cuerpo aguante”.
Eutanasia: El término eutanasia proviene del griego eu (bien o fácil) y thanatos (muerte) Así que etimológicamente significa “buena muerte”. Es el procedimiento por el cual el médico adelanta la muerte inyectando la sustancia letal, a petición reiterada del paciente y en un contexto de padecimiento sostenido e insoportable ante una enfermedad incurable, no necesariamente en “fase terminal” pero que implique un sufrimiento existencial insoportable y sostenido en el tiempo.
Suicidio asistido: Aquel en el que se le proporciona a una persona, de forma intencionada y con conocimiento, los medios necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de medicamentos, la prescripción o el suministro de los mismos. Es el paciente, en este caso, el que voluntariamente termina con su vida.
La asociación Eutanasia: Derechos y Final de Vida considera que “esta ampliación de derechos es absolutamente transversal. Lo que la identifica a ésta, en particular, es que todos y todas en algún momento de nuestra vida vamos a estar muriendo, o alguno de nuestros seres queridos”.
Respecto del consentimiento o la voluntad del paciente o de familiares, explicó: “En el caso de la ley, siempre tiene que ser el paciente el que solicite el procedimiento. En el caso de la Ley de derechos del paciente, cualquier persona cercana, familiar o no, puede pedir que se le administre la sedación paliativa. Son absolutamente complementarias, porque privilegian la voluntad de las personas acerca de su vida y de su muerte. Nosotros ponemos el foco en la vida digna, vivir y morir con dignidad”.
“El derecho tiene que garantizar el bienestar de las personas, de todos y de todas, tiene que construir igualdad, tiene que construir respeto a la libertad de creencias, ideologías, autonomía de las personas, libertad de valores y pensamientos. Si el derecho no lo hace, no incluye, sino que excluye”. Y agregó que “en todo lo que tiene que ver con ampliación de derechos, no culmina en la ley, siendo un gran salto en calidad, hay que seguir trabajando contra cultura y contra sectores conservadores e intereses económicos. Se mueve un gran negocio alrededor del fin de vida”.
Con el tiempo supieron de los conceptos obstinación o encarnizamiento terapéutico: Tratamiento desproporcionado que prolonga la agonía de enfermos desahuciados o terminales. Configura una mala praxis médica.
Como dato a nivel mundial, la eutanasia es una práctica legal en siete países: Holanda (el pionero), Bélgica (2002), Luxemburgo (2009), Colombia (2014), Canadá (2016), España (junio de 2021) y Nueva Zelanda (noviembre de 2021).
Asimismo, la organización suscribe lo presentado en el anteproyecto de ley “Alfonso” dentro de su marco normativo constitucional: “Las disposiciones de la presente ley se enmarcan en los derechos protegidos por la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos de jerarquía constitucional, en especial la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Políticos, en virtud de la protección que otorgan a los derechos de toda persona a la vida digna, al reconocimiento y el respeto de su dignidad, a la integridad física, psíquica y moral, a no ser sometida a torturas ni a tratos crueles, inhumanos o degradantes, al trato digno, al bienestar y la salud física y mental, especialmente a la asistencia médica, a la no injerencia arbitraria o abusiva en su vida privada y a la libertad de elección.”
Por otra parte, anuncian y convocan a la presentación del libro, con modalidad mixta virtual y presencial, “Morir con dignidad en la Argentina: verdad o utopía” del Dr. Carlos “Pecas” Soriano el jueves 4 de agosto a las 18:30 hs. En la Facultad de Trabajo Social en Paraná, Aula 2 sita en Almte. Guillermo Brown 54. Soriano es médico especialista en bioética con más de 40 años de experiencia y uno de los principales impulsores de la Ley de Eutanasia, quien asesoró y colaboró con la diputada Estévez a elaborar su proyecto.
La organización Eutanasia: Derechos y Final de Vida tiene una página de Facebook en la que hay incontables testimonios como el que le dio origen, vividos en la propia carne o en la de seres queridos. https://www.facebook.com/groups/eutanasialegal Twitter.com/eutanasialegal -Instagram @eutanasialegal_
Contacto: [email protected]
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