Este lunes debía comenzar el juicio por el Caso M, donde se juzgará a Jorge Pereyra, un transportista escolar imputado por abuso sexual de menores. Si bien tenía que comenzar a las 8:30 de la mañana, se pospuso para el martes por un insólito motivo: el servicio penitenciario no trasladó al detenido hasta Tribunales.
"No sabemos donde estuvo la desinteligencia, nos enteramos hoy. No lo trajeron y sin la presencia del imputado no se puede empezar el juicio", explicó Carolina Walker, integrante de la querella.
"Estaba la posibilidad de que se conecte por zoom, los jueces prefirieron que esté presente, por lo que todas las testimoniales que estaban previstas para hoy pasan para mañana", agregó.
La letrada consideró que la situación "no es habitual, pero puede pasar", pero que los familiares "están muy angustiados".
"Después de tanto tiempo llegar al día para que declare la víctima genera ansiedad y angustia, y obviamente que un día mas se suspenda por una desinteligencia es realmente indignante. Están bastante enojados", señaló Walker.
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