Al menos 41 mujeres que se encontraban presas murieron ayer martes en el marco de un motín ocurrido en una cárcel situada en las inmediaciones de Tegucigalpa, en Honduras.
El cruento hecho se registró en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), una prisión ubicada en el municipio de Támara.
Según indicó el periódico local La Prensa, 25 de las presas murieron calcinadas y otras 16 fueron acribilladas.
Las muertes se habrían ocurrido como producto de un enfrentamiento entre integrantes de dos pandillas, la Mara Salvatrucha y la Barrio 18.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, ordenó la intervención del penal con “mano dura” a través de su cuenta de Twitter.
“Bueno, acción y reacción, mano dura ahora en la cárcel femenina de Támara. No vamos a tolerar actos vandálicos ni tampoco irregularidades en esta cárcel.
Se autoriza intervención inmediata con acompañamiento de bomberos, policía y militares. Se declara emergencia”, tuiteó la funcionaria.
Mientras se producían los luctuosos acontecimientos en la cárcel femenina de Támara, se originaron enfrentamientos a tiros en la prisión masculina de Ilama, a unos 300 kilómetros de Tegucigalpa. (NA)