Los comedores populares son nuevamente territorios de sacrificio. Las complicaciones son principalmente dos: faltan recursos y los precios de los alimentos están disparados.

Semanalmente, la Corriente Clasista y Combativa preparaba alrededor de 8500 raciones de comida, entre almuerzo y merienda para 35 espacios dispersos en los barrios más vulnerabilizados de Santa Fe y la región. 

Durante la última semana, la mitad de estos comedores dejó de funcionar y desde la agrupación comunicaron que antes de Navidad, ninguno podrá continuar ejerciendo sus tareas. En estos lugares, además,  trabajan unas 287 personas -el 85% son mujeres- que también perderán su sustento.

"Cierran todos porque no alcanza, de Nación hace seis meses no llega nada, de provincia no han depositado los programas que depositan en los primeros días del mes y tampoco hablan de incrementar los recursos en relación a la inflación", explicó Sebastián Saldaña, referente de la CCC en Santa Fe. Asimismo, el dirigente indicó que:  "De Nación se recibía cada dos meses seis mil kilos de mercadería. Desde que asumió Victoria Tolosa Paz cómo ministra, solamente garantizó dos envíos en el 2023". 

Frente a esta compleja situación, la agrupación anunció que se movilizará en 20 de diciembre próximo "contra las políticas de ajuste de Milei-Macri y contra las medidas represivas, anticonstitucionales, autoritarias y contra el derecho a la protesta que anunció Patricia Bullrich". 

El reclamo se extiende a un pedido de respuesta a la provincia y el municipio "para que el ajuste no lo paguen las familias más vulnerables que asisten a los diferentes comedores comunitarios" sentenció.