Un hombre de 40 años identificado como Marcos Exequiel Romero fue condenado a 13 años de prisión como autor de abusos sexuales cometidos en perjuicio de la hija de su pareja en la ciudad de Santa Fe. Al momento de los ilícitos, la víctima era menor de edad.
La sentencia fue dispuesta por un tribunal presidido por la jueza Celeste Minniti e integrado además por los jueces Gustavo Urdiales y Jorge Patrizi, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos desarrollado en los tribunales de la capital provincial.
La fiscal que estuvo a cargo de la investigación es Alejandra Del Río Ayala.
La funcionaria del MPA indicó que “Romero abusó sexualmente de la hija de la mujer que era su pareja en reiteradas oportunidades”, y precisó que “cometió los hechos delictivos durante la infancia y la adolescencia de la víctima”. Al respecto, especificó que “las agresiones tuvieron lugar en un inmueble en el que convivían con otros integrantes del grupo familiar”.
Del Río Ayala expuso que “para concretar los ataques, el hombre de 40 años aprovechó momentos en los que se quedaba a solas con la víctima y circunstancias en las que las otras personas con las que residían estaban durmiendo”. Asimismo, señaló que “solía amenazarla con echarla de la casa si contaba algo acerca de sus padecimientos”.
“Por la modalidad, frecuencia y duración de los abusos, las consecuencias que tuvieron, el vínculo que Romero mantenía con la hija de su pareja, la corta edad de la niña al inicio de los abusos y la diferencia de edad entre ambos, lo ocurrido tuvo entidad suficiente para interferir en el libre y progresivo desarrollo sexual de la víctima”, argumentó Del Río Ayala en la audiencia.
La fiscal destacó que “la denuncia que originó la investigación fue realizada el año pasado por la propia víctima, quien en la actualidad es mayor de edad”. En tal sentido, valoró que “su madre detectó indicios de lo que había sucedido y se contactó con personal de un Centro de Acción Familiar (CAF) de la provincia que funciona en la ciudad de Santa Fe, a fin de que hablaran con su hija sobre el tema”.
“En el CAF se le brindó a la víctima un espacio de escucha y contención en el que pudo contar por primera vez las situaciones abusivas a las que había sido sometida por parte de Romero”, subrayó Del Río Ayala. “Allí la instaron a acercarse a una Comisaría de la Mujer para radicar la denuncia correspondiente”, expuso.
“Durante la etapa investigativa, se llevaron adelante diferentes diligencias que permitieron recabar evidencias de la conducta delictiva”, planteó. “Se entrevistó a familiares y allegados a la víctima, quienes dieron cuenta del contexto de los abusos, especialmente de cómo el condenado la celaba y controlaba en los actos de su vida cotidiana”, puntualizó. “Además, se hicieron pericias médicas que arrojaron resultados positivos”, agregó.
Por último, la fiscal resaltó que “en el marco del proceso penal, la joven que sufrió los ilícitos fue acompañada por personal de la Dirección de Mujeres y Disidencias de la Municipalidad de Santa Fe”.
Romero reconoció su responsabilidad penal como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado (por la guarda y la convivencia preexistente con una persona menor de 18 años) y promoción a la corrupción de menores agravada (por la edad de la víctima, la guarda y la convivencia preexistente).
Por su parte, la Defensa aceptó la calificación penal propuesta por la Fiscalía, la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.
En cuanto a la víctima, fue notificada sobre lo resuelto y manifestó su conformidad.