Más de tres años después del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin ha mantenido condiciones inflexibles y maximalistas para cualquier posible acuerdo que ponga fin a la guerra.
Putin afirmó ayer que, en principio, apoya la idea de un alto el fuego de 30 días, una propuesta de Estados Unidos que Ucrania ya ha aceptado, pero señaló que su implementación plantea muchas dudas, especialmente en lo que respecta a la verificación a lo largo de un frente de batalla extenso. Esta postura podría permitir a Rusia involucrarse en negociaciones prolongadas sin rechazar abiertamente la oferta.
El mandatario ruso también dijo que la tregua de 30 días podría ser utilizada por Ucrania para reorganizarse y rearmarse, insinuando que buscaría imponer sus propias condiciones para la pausa, como la suspensión del suministro de armas occidentales o la prohibición de la movilización militar.
Sin embargo, las demandas de Moscú siguen estando lejos de lo que Ucrania o sus aliados aceptarían.
Territorios ocupados
Tres años después del inicio del conflicto, Rusia controla aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano. Su objetivo es mantener ese control e incluso expandirlo. El Kremlin ha descartado la posibilidad de devolver cualquier territorio ocupado.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el jueves: “Crimea, Sebastopol, Kherson, Zaporizhzhia, Donetsk y Lugansk son regiones de Rusia. Están inscritas en la Constitución. Esto es un hecho”.
Rusia anexó Crimea, incluida Sebastopol, en 2014, aunque la comunidad internacional sigue reconociendo el territorio como parte de Ucrania. Posteriormente, en 2022, anexó ilegalmente las demás regiones mencionadas por Peskov.
En junio,Putin declaró que Rusia detendría inmediatamente las hostilidades si Ucrania entregaba cuatro regiones del sureste, actualmente ocupadas en parte por tropas rusas, y renunciaba a sus planes de unirse a la OTAN. También exige que su anexión territorial sea reconocida como legítima.
En junio, Putin declaró que Rusia detendría inmediatamente las hostilidades si Ucrania entregaba cuatro regiones del sureste, actualmente ocupadas en parte por tropas rusas, y renunciaba a sus planes de unirse a la OTAN
La postura de Zelensky
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky ha reiterado que Ucrania no cederá su territorio soberano, aunque en los últimos meses ha cambiado el enfoque hacia la obtención de garantías de seguridad en lugar de la recuperación inmediata de los territorios ocupados.
Las condiciones de Rusia también incluyen la desmilitarización de Ucrania, lo que reduciría el tamaño de su ejército a un nivel que le impediría defenderse de futuros ataques.
Fuerzas de paz de la OTAN
Para justificar su agresión contra Ucrania, Putin ha citado en repetidas ocasiones la posibilidad de una mayor expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La membresía de Ucrania en la OTAN, una alianza de defensa que obliga a sus miembros a protegerse mutuamente en caso de ataque, es una línea roja para el Kremlin.
Zelensky, por el contrario, considera la adhesión de su país a la OTAN como una garantía clave para su seguridad. Sin embargo, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró el mes pasado que la adhesión de Ucrania “no es un resultado realista”. Más tarde, sin descartar completamente la posibilidad, reconoció que la membresía “no es probable” debido a las realidades militares sobre el terreno. (Reuters/Washington Post)