Patricia Bullrich formalizó este lunes su ingreso a La Libertad Avanza (LLA), el espacio que lidera el presidente Javier Milei. La ministra de Seguridad, ex presidenta del PRO y candidata presidencial en 2023, dio un nuevo giro en su extensa trayectoria política y dejó atrás su vínculo con el partido fundado por Mauricio Macri.

El acto de afiliación se realizó en la plaza Vicente López, en Recoleta, y contó con la presencia de Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y del vocero presidencial, Manuel Adorni. "Estoy acá porque quiero ser parte de una fuerza que tiene convicciones claras y no se acomoda según las encuestas", declaró Bullrich, al tiempo que justificó su decisión como "un acto de honestidad política".

La noticia provocó una fuerte reacción en el PRO, donde varios dirigentes la acusaron de "traicionar los valores del partido". María Eugenia Vidal y otros referentes salieron a marcar distancia en redes sociales. 

El bloque de Diputados del PRO también atraviesa tensiones, y se especula con una inminente ruptura y la conformación de un nuevo espacio aliado al oficialismo, denominado "Pro Libertad".

La llegada de Bullrich a LLA es leída como una jugada estratégica del oficialismo de cara a las elecciones legislativas de 2025. Algunos analistas no descartan que busque una candidatura en la Ciudad de Buenos Aires, posiblemente al Senado.

¿Capacidad para reinventarse o ausencia de convicciones?

La trayectoria de Bullrich desafía las categorías tradicionales de la política. Para algunos, es una estratega camaleónica con la capacidad de leer el pulso del poder y adaptarse. Para otros, encarna la pérdida de coherencia ideológica en pos de la supervivencia personal. Lo cierto es que su nuevo cambio de partido no deja a nadie indiferente, y vuelve a poner en juego una pregunta incómoda: ¿vale todo para seguir en pie?.

Con esta incorporación, Bullrich suma su sexta afiliación partidaria, comenzó en la Juventud Peronista, pasó por Montoneros, el PJ, la Alianza, la Coalición Cívica, el PRO y ahora LLA. 

En medio de las tensiones internas del PRO y los reacomodamientos del escenario opositor, su salto podría anticipar nuevas fugas y la consolidación de un bloque parlamentario libertario con figuras del macrismo duro. ¿La sexta será la vencida para Bullrich o solo otro capítulo en su larga historia de reinvenciones?