María Elba Debárbora, de 34 años y madre de tres hijos, fue víctima de un nuevo y brutal acto de violencia machista en Villa Ocampo, Santa Fe.
El 23 de mayo, su expareja, Lucas Niemiz, la atacó salvajemente con una maza en su propio hogar. Según confirmaron fuentes oficiales del Hospital Central de Reconquista, María sufrió un traumatismo de cráneo que le provocó muerte cerebral.
A pesar de haber solicitado y obtenido una medida perimetral, las estructuras judiciales y de protección no lograron impedir este femicidio. Una vez más, la protección no llegó a tiempo, dejando en evidencia la impunidad y el incumplimiento de las políticas públicas contra la violencia de género.
Tras el ataque, María fue trasladada al Hospital Regional de Reconquista, donde permaneció en estado crítico hasta su fallecimiento. Frente a la irreversibilidad de su estado, su familia tomó la decisión de donar sus órganos, transformando el dolor en un acto de solidaridad.
El hecho conmocionó no solo a Villa Ocampo, sino a todo el norte santafesino, por la brutalidad del ataque y por tratarse de una situación que lamentablemente se repite una y otra vez.
La historia de María Elba es la historia de muchas mujeres silenciadas y desprotegidas. Este femicidio exige no solo justicia para María, sino también una revisión profunda de los protocolos de protección y un mayor compromiso estatal y social para erradicar este tipo de violencias.