Lavar y después secar la ropa al sol, obviamente es lo ideal. Fundamentalmente porque de esa manera las fibras que componen los tejidos no retienen nada de humedad.
Sin embargo, cuando llueve sin parar y durante varios días seguidos, es imposible tender las prendas afuera. Si a eso se le suma la necesidad de lavar, porque no hay vestidor que aguante ni tenga tanto stock, el tema se vuelve una verdadera pesadilla.
Para no morir en el intento de ganarle la batalla a la ropa sucia y mojada, una especialista en textiles contó algunos trucos para lograr secar la ropa cuando no para de llover.
"Más allá de los consejos útiles, lo más importante es aprender a leer las etiquetas. El cuidado y conservación de las prendas es fundamental para salir de apuros, como en este caso", aclaró Valeria Morsino, profesora de la materia Textiles, en la carrera de Diseño de indumentaria.
La experta señaló que todas las prendas de fibra natural, como el algodón o el lino, tienen un alto nivel de absorción. Ese tipo de textiles conservan en su interior mucha agua, por eso siempre quedan muy húmedas luego del lavado. "Imposible que se sequen rápido", subrayó Valeria.
A no ser que se las coloque cerca de una fuente de calor o bajo en ventilador, elementos que a la larga pueden facilitar la evaporación de la humedad retenida en las fibras. Pero, con tanta humedad ambiente, sumada a la retira en las prendas, el proceso se vuelve más lento.
No pasa lo mismo con las fibras manufacturadas, como el poliéster o el nylon, porque no tienen el mismo nivel de absorción que las naturales. "Esas son las prendas que salen apenas húmedas del lavarropas, entonces se secan más rápido", remarcó Valeria.
Cuál es la solución
Fuente: Musa La Voz