Un episodio insólito ocurrió la madrugada de ayer en la Comisaría 1ª de Santa Fe, ubicada en el microcentro de la ciudad, cuando cerca de las 4.30 una mujer alcoholizada llegó a la dependencia, entregó las llaves de un remís y con posterioridad se echó a dormir en el hall de la seccional.
Sorprendidos por lo inverosímil de la situación, los policías de la dependencia constataron que la mujer había dejado estacionado, en la misma puerta de la comisaría, un automóvil dependiente de una empresa de remises que funciona en la capital provincial.
El hecho llamó la atención de los efectivos que se encontraban de guardia; sin embargo, fueron alertados rápidamente por la frecuencia radial de la fuerza de que un remisero que presta servicios en la zona del puerto santafesino había denunciado que una pasajera, que había solicitado el servicio en la puerta del casino, le había sustraído el automóvil.
Seguidamente, el conductor logró determinar por qué su auto llegó a la Comisaría 1ª. Es que según establecieron los efectivos, la mujer tomó el remís al salir del casa de juegos. Segundos después, el chofer del vehículo descendió y se dirigió a hablar con un guardia del lugar, y en ese momento la mujer aprovechó, acaso por su mismo estado, para ocupar el del conductor y arrancar la marcha.
Esclarecido el suceso, el caso fue informado al fiscal en turno, Carlos Lacuadra, quien ordenó que se la identificara a la mujer, a quien se le achaca el delito de "hurto", y posteriormente, cuando se le pasara el estado alcohólico en el que se encontraba, que se le otorgara la libertad. La persona, cuya identidad no trascendió, no poseía antecedentes penales.
Fuente: La Capital