Un joven de 29 años fue imputado por haber realizado 139 denuncias falsas al 911 en dos años y deberá cumplir 30 días de prisión preventiva. El acusado movilizó tantas veces a la policía que hasta se llegó a generar un accidente protagonizado por un patrullero: el móvil chocó contra un árbol en Lavalle y Presidente Perón de la localidad de Rosario y dos agentes sufrieron lesiones graves.
En la audiencia imputativa de ayer contra Alan Leonel L., los fiscales César Cabrera, de la Unidad de Flagrancia, y Nicolás Foppiani, de la Unidad de Investigación y Juicio, lo imputaron por las repetidas denuncias telefónicas anónimas, en ocasiones de manera directa y en otras oportunidades valiéndose de terceros de buena fe a quienes contactaba a través de distintas aplicaciones de redes sociales hacia la línea 911.
A través de esos llamados, el joven anoticiaba a la central de emergencias acerca de graves ilícitos que requerían la asistencia policial o médica, pero, al arribar los uniformados, comprobaban que eran inexistentes.
Ejemplos
En la investigación se dieron algunos ejemplos, como cuando el imputado llamó al 911 denunciando que una pareja en moto intentaba entrar a un domicilio. Además, en otro llamado expresó su temor de que dos hombres, que estaban en el patio de su casa, ingresaran al interior del domicilio.
L. ya había sido imputado en libertad en octubre de 2016 por un hecho ocurrido el 9 de agosto de ese año, cuando realizó una falsa denuncia al 911 manifestando que le había efectuado un disparo a una de cuatro personas que estaban en el techo de su casa y que, presumía, tenían la intención de realizar una entradera.
En esa ocasión, uno de los móviles policiales que concurría al lugar sufrió un choque en Lavalle y Presidente Perón. Como resultado del encontronazo, el vehículo policial terminó estrellándose contra un árbol y dos de los agentes policiales sufrieron heridas de consideración, como fracturas y traumatismos de cráneo con pérdida del conocimiento.
Cuando el resto de los policías arribó al lugar no notaron indicios de ladrones ni mucho menos. Rastrearon el teléfono desde el que se había hecho la denuncia, llamaron y atendió la misma persona que había hecho el llamado anterior que negó su realización y desconoció el supuesto intento de entradera que había referido antes.
Al parecer, el joven se mostraba como víctima incluso ante su propia familia. Según se supo, su propia madre había señalado en una oportunidad que el muchacho era víctima de hostigamiento por parte de los uniformados.
Fuente: La Capital