Iván Alejandro Flores tenía 23 años y fue asesinado la madrugada de este sábado en las calles de su barrio Santa Rosa de Lima. Este joven fue sorprendido en Moreno y Estrada, a metros de donde ya había sido baleado en 2015, cuando también mataron a su hermana, Verónica Flores, por cuyo crimen este viernes fue condenado un joven vecino.
El ataque de este sábado ocurrió antes de las 2 y todavía son pocos los detalles que trascendieron, porque los investigadores de la PDI trabajan en absoluto hermetismo.
No obstante, se sabe que Iván ingresó en gravísimo estado al Hospital Cullen a las 2, con heridas de arma de fuego en el pecho. Murió una hora y media después, a pesar del esfuerzo de los médicos.
Peritos de Criminalística recorrieron la escena del crimen y encontraron dos vainas servidas y un cartucho calibre 9 milímetros, una navaja y un palo de escoba con manchas de sangre.
El homicidio de Iván podría tener vinculación con el de su hermana Verónica, por cuya muerte se realizó esta semana un juicio oral y público. El joven había declarado el martes pasado ante los jueces, en contra de lo que decía su propia familia y a favor del joven que finalmente fue condenado este viernes.
Preso
Maximiliano Ismael Rodríguez, quien en el proceso oral dijo ser albañil y changarín, fue sentenciado por unanimidad a 19 años de prisión por ser el autor del crimen de Verónica Flores y de la tentativa de homicidio de Iván.
El tribunal estuvo integrado por los jueces Jorge Patrizi (presidente), Héctor Candioti y Gustavo Urdiales. Los magistrados resolvieron que Rodríguez fue responsable de la muerte de Verónica y de tratar de matar a su hermano.
“El tribual entendió la calificación de los hechos tal como la postulamos desde la Fiscalía. Esperaremos los fundamentos de la decisión de los jueces, porque nosotros habíamos solicitado una pena de 24 años y se dispuso que sea de 19. No obstante, entendemos que la condena impuesta es muy importante y razonable”, destacó la fiscal Ana Laura Gioria, quien paradójicamente ahora deberá ocuparse de investigar el nuevo episodio, que ocurrió durante su turno.
El asesinato de Verónica ocurrió a fines de 2015. Ella vivía en Varadero Sarsoti, pero su casa se había inundado por la creciente del río Paraná. La siesta del lunes 28 de diciembre de ese año era muy calurosa. La sensación térmica superaba los 50 grados y esta joven de 25 años estaba en ese momento con sus tres hijos en casa de su madre, en Pasaje Mitre, cerca de la esquina con calle Moreno. Refrescaba a los pequeños con el agua de una canilla en un patio delantero y la mataron cuando salió a la vereda para auxiliar a su hermano, Iván, quien era perseguido por Maximiliano que le disparaba sin piedad con un revólver negro y largo, según determinaron los jueces en el juicio. Los dos fueron alcanzados por las balas. Él sobrevivió. Ella murió por un tiro de grueso calibre que le pegó en el pecho, le atravezó el corazón, le rompió un pulmón y le dañó el hígado.
Iván declaró en primera instancia contra Maximiliano Rodríguez, pero durante el juicio se desdijo. Argumentó que antes había mentido, presionado por su madre y que “Maxi” no era el responsable.
Su madre, su padre y sus hermanas aseguraron lo contrario. Todos dijeron que vieron al acusado disparar contra Verónica. Además, sus familiares señalaron que Iván mantenía actualmente una relación de pareja con una hermana de Maximiliano y que además habían sido padres de un bebé.
Según trascendió en el juicio, Iván y Maximiliano eran amigos. Algúnos testigos relataron que ambos recogieron juntos soja de las vías de Santa Rosa de Lima, en uno de los tantos descarrilamientos del tren.Aparentemente, cuando se vendieron las bolsas con granos uno de ellos se había quedado con todo el dinero. Eso motivó una pelea, “a las trompadas”, y finalmente el violento incidente que terminó con la muerte de Verónica.
Fuente: El Litoral