Después de una investigación que llevó 7 años, la Comisión Europea fijó una multa de 2420 millones de euros contra Google , por hacer abuso de posición dominante: aprovechó su hegemonía en el mercado de búsquedas en la Web, según la Comisión, para privilegiar su servicio de comparación de precios, Google Shopping, y favorecer sus propios servicios por encima de los de la competencia al momento de ofrecer una respuesta.
El monto es ejemplar: jamás Europa le impuso una multa tan alta a una empresa. La anterior: algo más de mil millones de euros a Intel, en 2009 (por competencia desleal frente a AMD), y superior a la que le impuso a Microsoft en 2008, tras un largo proceso para probar que imponía el uso del Internet Explorer a principios de siglo al preinstalarlo en Windows. En ese entonces la multa fue de 899 millones de dólares.
Pero la que hoy deberá pagar Google podría haber sido mayor: cuando presentó la demanda formal, hace dos años, el cálculo era que podía llegar a los 6600 millones de euros. "La compañía debe ahora poner fin a la conducta en un plazo de 90 días o hacer frente a multas de hasta un 5% de la facturación diaria media mundial de Alphabet, la empresa matriz de Google", explica la Comisión Europea en un comunicado .
En los primeros años de la investigación, bajo la tutela del anterior comisario, Joaquín Almunia, la Unión Europea intentó llegar a un acuerdo con Google haciendo que modificara su funcionamiento, sin éxito. Pero la nueva comisaria de la Competencia, Margrethe Vestager, cambió de táctica, y abrió tres frentes de batalla. Uno es el que se resuelve hoy: multar a Google por discriminar a sus competidores al momento de ofrecer una respuesta a una búsqueda.
La segunda tiene que ver con la publicidad online, y cómo Google impide a buscadores rivales poner avisos entre los resultados de su plataforma de búsqueda, AdSense for Search. Y la tercera, todavía pendiente, acusa a Google de aprovechar la masividad de Android para obligar a los fabricantes de teléfonos a darle prioridad a sus servicios. Es una investigación que data de 2014, cuando comenzaron a circular los primeros rumores de acuerdos secretos entre fabricantes y Google, que obligaba a las compañías a incluir una carpeta en la vista inicial del teléfono con todas las aplicaciones de Google.
A lo largo de los años, Google rechazó las acusaciones, diciendo que su posición dominante era el resultado de la elección de los usuarios , que tenían a su disposición otros buscadores, y que trataba a todos los resultados por igual. En un comunicado emitido hoy, la compañía dice que revisará con la Comisión "la decisión en detalle y consideraremos apelar y continuar exponiendo nuestros argumentos". Google sostiene que con Shopping compiten con otras herramientas de comparación de precios de gigantes del comercio electrónico, y que "nuestros actuales resultados de Shopping son útiles y han mejorado notablemente si lo comparamos con la versión de anuncios de texto que teníamos hace una década. Mostrar anuncios que incluyen imágenes, reseñas, precios, nos favorece a nosotros, a nuestros anunciantes y, sobre todo, a los usuarios", afirma la compañía.
Fuente: La Nación