Miles de personas, nucleadas en columnas de organismos de derechos humanos, organizaciones partidarias y ciudadanos de a pie, pidieron hoy en Plaza de Mayo la aparición con vida de Santiago Maldonado, el joven del que no se tienen noticias desde el 1 de agosto, tras un operativo de la Gendarmería en la comunidad mapuche Resistencia de Cushamen, en Chubut.
El único orador del acto fue Sergio Maldonado, hermano de Santiago, quien se dirigió al presidente Mauricio Macri y le dijo: "Quiero preguntarle dónde está mi hermano", al tiempo que cuestionó la labor de Gendarmería al afirmar que está "convencido" de que "no existe la bondad ni en gendarmes ni en los jefes que participaron de la represión en la comunidad mapuche", en relación al operativo del 1 de agosto.
Sergio anunció que el martes se verá con el magistrado Gustavo Lleral, de Rawson, ya que hasta ahora sólo se comunicó telefónicamente.
Los manifestantes también reclamaron la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a la que acusan de encubrir una supuesta actuación irregular de la Gendarmería en el caso.
Desde antes de las 15, la histórica Plaza de Mayo comenzó a poblarse de personas que reclamaron, con distintos tipos de afiches -desde los más sencillos hasta las pancartas de las organizaciones de derechos humanos y partidarias-, por la aparición con vida de Maldonado, tras la convocatoria hecha por organismos de derechos humanos hace diez días.
Si bien por las diagonales Norte y Sur fueron llegando varias organizaciones, llamaba la atención que en esas calles, al igual que en las laterales -Hipólito Yrigoyen y Rivadavia-, predominaba la presencia de ciudadanos sin banderas polítiicas ni de organizaciones; muchas de ellas, nucleadas en familias con carteles caseros reclamando por la aparición con vida de Santiago Maldonado.
En la pantalla gigante se escuchó a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y al premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, en medio de un clima de protesta pacífica, cuyo reclamo generalizado fue, también, la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, un pedido insistente desde el escenario.
Por Germán Dellamónica / LT9