Condenaron a un hombre de 45 años identificado como Ramón Eduardo Almada a 13 años de prisión como autor de delitos contra la integridad sexual de la hija –menor de edad– de su pareja. Así lo resolvieron los jueces Sergio Carraro, Rosana Carrara y Leandro Lazzarini, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos llevado a cabo en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
Los fiscales que estuvieron a cargo de la investigación son Alejandra Del Río Ayala y Federico Grimberg. Según informaron, “Almada fue condenado como autor de abuso sexual con acceso carnal y promoción a la corrupción de menores”. En tal sentido, agregaron que “ambos delitos fueron atribuidos en concurso real entre sí y calificados por la guarda y por la convivencia preexistente con la víctima, que es menor de 18 años”
“Almada asumió expresamente su responsabilidad penal por los hechos endilgados”, subrayaron los fiscales del MPA y añadieron que “la Defensa del condenado prestó su conformidad con los hechos atribuidos, las sanciones impuestas y el procedimiento abreviado”.
Los fiscales señalaron que “Almada abusó sexualmente de la víctima en reiteradas oportunidades entre enero y febrero de 2019”. Aclaró que “si bien no logramos determinar las fechas, él mismo reconoció haber cometido los ilícitos con una frecuencia casi diaria”.
La funcionaria del MPA recordó que “los delitos fueron cometidos en una vivienda de la ciudad de Santa Fe que el condenado compartía con la víctima a raíz de la relación de pareja que tenían su madre y el condenado”. En tal sentido, añadió que “en ese lugar, el hombre aprovechaba momentos en los que se quedaba a solas con la niña para agredirla sexualmente bajo amenaza de que la echaría de su casa si contaba lo ocurrido”.
Del Río Ayala indicó que “Almada también se hizo cargo de haber exhibido pornografía a la menor de edad y obligarla a realizar acciones en contra de su voluntad”. Además resaltó que “los padecimientos sufridos por la niña tienen entidad suficiente para adelantar el libre y normal desarrollo de su sexualidad”.