La vicepresidenta Cristina Kirchner fue operada de un hematoma craneal en 2013, la misma intervención a la que fue sometido anoche Diego Armando Maradona .
En aquel momento, la entonces presidenta, fue intervenida en la Fundación Favaloro, tras haber sentido un "hormigueo en el brazo" por lo que se le efectuó un examen físico neurológico en la Residencia de Olivos en el que se "constató una transitoria y leve pérdida de la fuerza muscular del mismo miembro superior".
Esta mañana, el neurocirujano Cristian Fuster, que operó a Cristina Fernández habló por LT9 y recordó ese momento. Sobre la intervención explicó que "se trata de acceder al cráneo abriendo de diferentes maneras y drenar el hematoma, la sangre que está interpuesta entre el cerebro y la cobertura del cerebro, para que vuelva a la normalidad porque el cerebro está empujado, hundido por el hematoma y eso le puede hacer daño, es lo que da síntomas neurológicos".
Sobre si se trata de una operación normal, Fuster indicó que "en el cerebro no hay cosas de rutina porque donde uno lo toma de rutina y tiene una complicación es un desastre, pero sí se hace bastante, es una patología frecuente y técnicamente es factible y de mediana complejidad. El hecho de que sea el cerebro lo hace más complicado por el tipo de secuelas".
Acerca de si influye quién es el paciente consideró que "antes y después dela cirugía sí es distinto, por el contexto, el armado, en ese caso había que diagramar un operativo por la seguridad nacional, en el quirófano la única paciente que esta era la presidenta, todo eso es distinto, pero en la cirugía es lo mismo, uno se olvida cuando pasa el bisturí por la piel se olvida del mundo y se conecta con lo que está haciendo ahi y no piensa en otra cosa, piensa que eso funcione y salga bien".
"Y después de la operación empieza la presión de saber cómo anda el paciente y el contexto debe ser muy distinto si el paciente no anda bien", siguió diciendo. Sobre la recuperación, Fuster aseguró que "son de 5 a 7 días de post operatorio, dos días internado en terapia, dos en el piso y después el paciente se va a su casa. Y demoran un mes, o mes y medio en volver a las actividades".
En otro tramo de la entrevista, Fuster elogió a Leopoldo Luque, el cirujano que operó a Diego Maradona: "Es muy buen cirujano y muy buena gente", señaló y recordó que después de la operación a Cristina Fernández, "fue imposible dormir, no me quedé a dormir al lado de ella porque no me dejaban, todo el tiempo después de la cirugía la pasé a ver porque hay que seguir más al paciente, aparte me asediaba la prensa, y uno está fuera de contexto. Ella fue una paciente tranquila y confiada, fue impecable y no tengo nada más que agradecerle por la confianza de poner su cabeza en nuestras manos", finalizó el médico neurocirujano.