Bajo la emoción violenta de haber perdido la tercera final consecutiva, Lionel Messi renunció en 2016 a la selección argentina. Lo iban a seguir varios compañeros si al poco tiempo no se hubiese retractado, decisión que tomó por el clamor popular que le imploró que no colgara la camiseta celeste y blanca. Leo tomó ese crédito concedido,pero ahora se puso un plazo para saldar la deuda. Habló en nombre suyo y como capitán de un grupo de jugadores que desde hace rato viene trajinando por la gloria. "Si nos va mal en este Mundial tenemos que desaparecer todos de la selección. Va a ser complicado que siga alguno", respondió en una entrevista con TyC Sports en Barcelona.
Messi admitió que la falta de resultados lleva a que "la gente se canse y pida caras nuevas". Para afrontar la que sería la última oportunidad de obtener un título, el rosarino considera conveniente que lo acompañen algunos de esos jugadores que despiertan hastío en parte del público. Por ejemplo, Gonzalo Higuaín. "Para mí es fundamental. Tiene que estar porque es uno de los mejores nueves del mundo. Lo demuestra cada semana en Juventus", rescató.
El aval también fue para Javier Mascherano: "Masche tiene que estar. Te da la posibilidad de cubrir varias posiciones y sistemas. En el amistoso contra Nigeria siguió jugando desgarrado porque hoy no se siente un fijo dentro del equipo y no quiere regalar nada, quiere estar", valoró.
Y celebró que la selección haya recuperado a Sergio Agüero: "El Kun, en su mejor nivel, es uno de los mejores del mundo. La llegada de Jorge [Sampaoli] le hizo muy bien por la manera en que le habló y la confianza que puso en él. El Kun necesita cariño, sentirse con el respaldo y la confianza del técnico. Sentirse importante dentro del equipo".
Messi asegura no se traslada en forma de pedido o exigencia al director técnico de turno estos deseos que verbaliza públicamente: "Sampaoli conversa mucho con el jugador, pero a mí no me da para decirle «me gusta éste», «me gusta el otro». Tanto se habló de que en la selección juegan mis amigos... pero no es así. Veo y pienso, pero para mí, no se lo digo al técnico". Quizá sea suficiente saber intrepretarle los gestos. "El que me conoce seguramente se da cuenta", dijo sobre la importancia de saber leerle el rostro.
Para no desaparecer por un mal Mundial, Messi reconoció que se "deberá mejorar" porque hay otras potencias que actualmente "están mejor" que la Argentina. "Brasil está muy bien. Alemania es siempre favorita. Francia también está muy bien. Y España tiene grandísimos jugadores. Todas ellas están por encima de nosotros", juzgó.
Para llegar a las grandes citas hará falta antes solventar el Grupo D, que le mereció este análisis: "Coincido con Valdano en que Islandia va a ser un rival complicado, no será fácil. Es muy ordenado y físico. Viene de hacer una Eurocopa espectacular, se clasificó para el Mundial primero en su grupo y mandó a Croacia al repechaje. Contra los rivales que se encierran atrás a nosotros se nos complica un poco más. Croacia tiene buenos jugadores, pero deja jugar más. De Nigeria podés esperar cualquier cosa. Si está en su día te puede meter cuatro goles porque tiene jugadores rapidísimos. Cuando no está bien le podés entrar por todos lados porque te deja espacios".
Como si fuera una obsesión, Messi volvió sobre el vínculo de lo que él denomina "esta camada" con el hincha. Y fue un tanto ambiguo, sin meter a todos en la misma bolsa. Hizo un señalamiento: "Nos duele ser tan criticados después de llegar a tres finales. Fue una crítica fuera de lo normal, superaba lo futbolístico. Sabemos la que viene cuando no se dan los resultados. Muchos están esperando que esta camada se vaya porque ya lleva mucho tiempo". Puso un ejemplo extremo: "Para esta camada no es fácil jugar en la Argentina, representa una presión extra; es mucho más difícil jugar de local que de visitante". Pero a su vez agradeció el apoyo y la comprensión en el empate sin goles ante Perú: "Fue una experiencia hermosa jugar en la Bombonera, la gente estuvo espectacular. Fue una linda noche, más allá del empate. Nos podrían haber pu... por no haber ganado y sin embargo fuimos aplaudidos".
En el aspecto familiar, habló de sus hijos, pero no hizo referencia a, ni lo consultaron por, la situación de su hermano Matías, que está imputado y en prisión preventiva por tenencia ilegal de arma de guerra, encontrada en su lancha tras el accidente que sufrió en el río Paraná. Se encuentra internado con custodia policial en el sanatorio Parque. A Liones se le dibujó una sonrisa al comentar que a su hijo Thiago "le gustan más los autos y las motos que el fútbol", y que el más chico, Mateo, "es terrible, un personaje" que lo vuelve loco.
Más distante se mostró sobre Newell's al decir que no cree que el domingo él vaya a mirar el clásico rosarino, y que su sueño de volver algún día al club es difuso por el grado de inseguridad que pueden vivir sus hijos en la Argentina.
Fuente: La Nación