En su primera intervención como senadora nacional, la ex presidenta Cristina Kirchner acusó al gobierno de Cambiemos de activar “una fuerte amenaza para cercenar la representación popular” a través de “mecanismos mafiosos” con los que “extorsiona” a legisladores de la oposición para “alterar la voluntad del Parlamento”.
Además, enmarcó en esas maniobras a la causa judicial en su contra por el Memorándum con Irán y aclaró que el Senado no necesita tratar en comisión su desafuero, sino que puede hacerlo directamente en el recinto con dos tercios de sus miembros. Luego se dirigió a la titular de ese cuerpo, Gabriela Michetti, y le puntualizó: “Es posible que a usted no le guste el tipo de oposición que hacemos. Bien, a mí no me gusta el gobierno que ustedes hacen y no por eso van a dejar de ser gobierno.”
Cristina hizo referencia a la foto de una banca vacía que llegó a sus manos. "Sacar una foto a alguien y amenazarlo me recuerdo a las imágenes de El Padrino. Vimos algo inédito. Creo que no tomaron dimensión. Se sentaron gobernadores y diputados y firmaron un comunicado donde decían que se comprometían a la firma en tal o cual sentido. Esto es alterar la voluntad de la representación popular".
"No me gusta nada su Gobierno", concluyó visiblemente molesta ante los reiterados avisos de Gabriela Michetti sobre el exceso del tiempo.