Boca Juniors debutó en la Copa Sudamericana el 3 de abril pasado contra Nacional de Potosí, en Bolivia. El partido terminó 0 a 0 y se pasó en forma exclusiva por una señal paga de DirecTV, la reconocida empresa de televisión satelital. Tuvo un récord de televidentes. Pero la gran mayoría no pagó el servicio y siguió las alternativas por webs y redes sociales que “capturaron” y “reprodujeron” la transmisión. Detrás del “robo” estuvo un joven de 23 años que habría ganado 5000 dólares por la publicidad que vendió y que sus seguidores vieron en el aburrido empate. En las últimas horas, el “pirata” informático fue detenido en Mendoza y, por pedido de la Justicia, se bloquearon 55 sitios ilegales que ofrecían los matchs de la Copa América, la Eurocopa y otras competencias de primer nivel.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. Se trata de una investigación, a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Ciberdelito (Ufeic) del Departamento Judicial de San Isidro, conducida por el fiscal Alejandro Musso, que comenzó hace seis meses tras una denuncia presentada por DirecTV.
Entre los sitios bloqueados por pedido del fiscal Musso se encuentra uno muy usado por los fanáticos del fútbol que no pagan las señales codificadas: libre fúbol o fútbol libre. Otra de las webs que, a partir de esta noche, no estará más online es Megadeportes, la que estuvo detrás de la transmisión ilegal del partido de Boca en Bolivia.
A pedido del fiscal Musso, el juez de Garantías de San Isidro Esteban Rossignoli ordenó la detención del “pirata” informático detrás de Magadeportes. La detención, a cargo de detectives de la Policía de la Ciudad y de la Policía Federal Argentina (PFA) se concretó este miércoles en Luján de Cuyo, en Mendoza.
“La investigación comenzó hace seis meses. Se estaba tras la pista de un especialista en piratería digital que resultó ser un joven mendocino especializado en el streaming ilegal de eventos deportivos en vivo, administrando la familia de dominios Megadeportes. También era administrador de un grupo de Telegram con casi 1000 miembros y distribuía partidos por medio de X [la exTwitter]. El sospechoso ganaba dinero con la publicidad que vendía para sus transmisiones”, sostuvo a LA NACION un detective judicial detrás de la detención del sospechoso.
De ser encontrado culpable en un juicio oral y público, el “pirata” informático podría recibir una pena de hasta seis años de prisión.
Con el fiscal Musso y su equipo de trabajo colaboraron representantes de la denominada Alianza contra la Piratería Audiovisual, integrada por operadores y programadores de servicios de TV por suscripción, otras asociaciones de la industria, ligas de fútbol y empresas de tecnología.
“La Alianza contra la Piratería Audiovisual reafirma su compromiso en el combate activo de este flagelo, que no solo afecta a la industria generando cuantiosas pérdidas y desfinanciación, sino que también desincentiva la inversión, genera pérdidas de empleos formales, pérdidas para los estados que no recaudan impuestos, y afecta a los usuarios que son víctimas de robo de información y estafas con motivo de la infección de sus dispositivos por malware”, dijeron a LA NACION desde la asociación creada en 2013 con el objetivo combatir la piratería audiovisual.
Los sitios piratas fueron dados de baja a partir de un pedido de colaboración que la Justicia presentó ante el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) para que el organismo requiera a los proveedores de servicios de internet (ISP) el bloqueo “desde territorio argentino de los sitios web”.