Al inicio del segundo tiempo del encuentro entre Independiente Rivadavia y Gimansia y Esgrima de La Plata, el partido estuvo demorada por el ingreso de un grupo de barras bravas al campo de juego, cuando el local ganaba por 1-0.
El acto de rebeldía producido por cerca de diez jóvenes tendría que ver con un conflicto entre la barra brava y la dirigencia de la “Lepra Mendocina” producto de un pedido de entradas, que no fue aceptado por parte de los dirigentes, según pudo averiguar Doble Amarilla.
El control policial presente en el Estadio Bautista Garganti no se encontraba en la zona y, tras la invasión, se mostró con total tranquilidad. Fernando Echenique debió frenar el partido durante ocho minutos, mientras el resto de la cancha abucheaba el accionar de los fanáticos.
Los hinchas comenzaron su maniobra trepándose en el alambrado, lo que fue advertido rápidamente por el árbitro que detuvo el cotejo. Tras casi 10 minutos de demora, ingresaron mayor cantidad de efectivos de seguridad al campo de juego y se reanudó.