España, dirigido por Santi Denia, venía de eliminar 2-1 a Marruecos en semifinales, mientras que el dueño de casa, conducido por el exbrillante delantero Thierry Henry, superó por 3-1 a Egipto en el alargue en la otra semi. Y justo en la definición el local cedió el invicto en este certamen.
A los 11 minutos, el galo Enzo Millot, de Stuttgart, pateó al arco y contó con la colaboración del arquero español, Arnau Tenas, quien no pudo atajar la pelota, la tocó y se le metió en el segundo palo. Fue el mejor comienzo para el anfitrión y un baldazo de agua fría para España.
Pero en los 17 minutos siguientes a la apertura del marcador el visitante lo dio vuelta con tres tantos, de una manera impecable, apoyado en su juego asociado, calidad y precisión. Marcó dos goles Fermín López, de Barcelona, a los 18 y 25, mientras que a los 28 minutos fue Álex Baena, de Villarreal, quien clavó un tiro libre de lujo, al ángulo del primer palo, para decretar el 3-1. Ya dominaban los españoles a puro toque, frente a un público francés que no podía creer semejante diferencia.
En el segundo tiempo, Francia salió decidido a buscar el empate, mientras que su adversario se replegó bastante y tuvo ocasiones para aumentar la ventaja aunque solo vía algunos contraataques. El local buscó por distintas vías, pero le faltó claridad, hasta que a los 34 minutos pudo descontar a través del ingresado Maghnes Akliouche, de Monaco.
Ya superados los 90 reglamentarios, el árbitro cobró una falta por agarrar y derribar Beñat Turrientes a Arnaud Kalimuendo en el área y sentenció penal, tras la revisión en el VAR. Y Jean-Philippe Mateta, de Crystal Palace, resolvió desde los 12 pasos para marcar un increíble 3-3, cuando todo parecía indicar que España se llevaría la victoria sin problemas. Apenas pasaron tres minutos y Turrientes casi tuvo su revancha personal, ya que le pegó de zurda pero su tiro pegó en el travesaño.
El duelo terminó empatado 3-3 y a los 100 minutos, es decir, los 10 del primer tiempo del alargue, el ingresado Sergio Camello, de Atlético de Madrid, definió perfecto, picándosela al arquero local para poner el 4-3. Fue otro gol bárbaro, como el marcado por Baena de tiro libre. Siguió intentando una nueva igualdad el seleccionado galo, pero no le alcanzó. Y a los 120, tras una salida del arquero español con la mano, Camello tuvo una corrida bárbara y una gran definición para sellar el 5-3 definitivo.
Así, en una final que tuvo pasajes con sol y otros con lluvia, España consiguió su segundo oro en el fútbol masculino de la cita olímpica, siendo el primero tras el éxito de local en los Juegos de Barcelona 1992, cuando superó 3-2 a Polonia. En cambio, Francia quería repetir el oro que conquistó en Los Ángeles 1984, cuando se impuso 2-0 a Brasil.
Con este título, volvió a festejar La Roja en 2024, ya que la Selección mayor de España obtuvo la Eurocopa en Alemania, al vencer 2-1 a Inglaterra en la final. El campeón tuvo, entre sus figuras, a dos delanteros menores de 23 que no participaron del conjunto olímpico, como Lamine Yamal, de 17 años, y Nico Williams, de 22. Por eso, tiene presente y futuro.