Las favelas de la ciudad brasileña de Río de Janeiro volvieron a expandirse en el período 2012-2016, después de haberse contraído en los cuatros años anteriores, según indicó ayer el periódico brasileño O Globo.
El diario publicó un informe fotográfico del Instituto Pereira Pasos (IPP), el organismo municipal responsable del planeamiento urbano de la ciudad, que reveló que el área total de 1018 favelas aumentó un 0,31 por ciento entre 2012 y 2016, para totalizar 46 millones de metros cuadrados.
De acuerdo con los resultados del estudio, la meta del ex alcalde de la ciudad Eduardo Paes (2009-2017) de reducir hasta 2016 en un cinco por ciento el total de barrios precarios no fue cumplida, ya que en ese período las áreas "favelizadas" de la ciudad sólo se redujeron en un 1,81 por ciento.
El informe del IPP explicó que la zona oeste de Río de Janeiro, en la región metropolitana de la ciudad, es donde están seis de las diez favelas que más crecieron en el período.
El análisis del IPP también demostró que crecieron las favelas del área turística de la Ciudad Maravillosa, principalmente en el famoso barrio de Copacabana, en Botafogo.
Sin embargo, el ingeniero Luiz Roberto Arureira, director de Informaciones del IPP, explicó que muchas "comunidades", como también son conocidas las favelas en Brasil, redujeron su tamaño porque hubo reasentamientos de viviendas en áreas de riesgo y por las obras de infraestructura para los Juegos Olímpicos de 2016.
"Hubo un programa muy fuerte de la alcaldía para retirar familias en condiciones de riesgo y desarrollamos (en el IPP) una metodología, pero es un proceso muy caro. Es posible hacer esa medición utilizando un láser desde un avión, pero hoy es inviable", declaró Arureira.
Por su parte, el actual alcalde, Marcelo Crivella, que asumió el cargo en enero, fijó como meta en su Plan Director, lanzado a principio de mes, que hasta 2020 sean regularizadas de forma urbanística 100.000 viviendas y 21 favelas, y que sean evacuadas más de 14.204 casas en situación de riesgo.
El director de la Cámara Metropolitana brasileña, el arquitecto y urbanista Vicente Loureiro, afirmó en tanto que el crecimiento desordenado de las favelas es fruto de la falta de fiscalización y de la discontinuidad de políticas públicas. "Lo correcto es urbanizar, reconocer, regularizar, reasentar donde haya riesgo y trabajar con producción formal, y con más calidad, proporcionando seguridad y acceso a servicios fundamentales e infraestructura. Ésta es la receta que nunca se ha logrado hacer bien en Brasil. Hay algunos espasmos. Hay muchas discontinuidades", destacó.
Fuente: La Nación