— División Noticias LT9
El Ministerio de Salud de la nación anunció el pasado viernes 4 de octubre que "inició el plan de reestructuración del Hospital Laura Bonaparte", para "priorizar la asignación de los recursos en los pacientes que lo necesitan".
Según explicaron mediante un comunicado emitido por la cartera que conduce Mario Lugones, "para avanzar con la reorganización del Centro de Salud, la cartera sanitaria inició la derivación de los pacientes a otras instituciones".
Desde el gobierno argumentaron que la decisión está ligada a la "reducida cantidad de pacientes que se atienden en la institución".
Por su parte, el mismo día, las y los trabajadores del hospital denunciaron el cierre de la guardia y de las nuevas internaciones, una medida que causó sorpresa y polémica en el ámbito de la salud.
Resulta fundamental explicar que el Bonaparte es un hospital monovalente especializado en salud mental y consumos problemáticos que depende del Estado nacional.
Dentro de las acciones de lucha, durante este lunes las y los trabajadores realizaron "un abrazo simbólico" en las inmediaciones de la institución y anunciaron que el día jueves llevarán a cabo una marcha desde el Hospital Garrahan hasta el centro de salud emplazado en el barrio porteño de Parque Patricios.
Pedro Bosco Veiga, es médico residente en psiquiatría en el hospital Bonaparte, y trabaja en Cuidados en Urgencias -internaciones de pacientes que están en situación de gravedad-, y en diálogo con LT9 se refirió a esta compleja situación que deja sin trabajo a más de 600 personas.
Bosco Veiga comenzó narrando como sucedieron los hechos el pasado viernes, "era un día de trabajo normal y a eso de las 14:30 una compañera me dice que el hospital cerraba, los directivos se fueron del hospital y a partir de eso los trabajadores comenzamos a autoorganizarnos. En ese momento la orden ministerial fue el cierre de la Guardia de Salud Mental y de las internaciones".
Frente a este escenario desolador, que comprendió la ida de los directivos, los cuadros de angustia de compañeros y pacientes, y la desinformación en relación a lo que estaba sucediendo, "empezamos a hacer que se visibilice lo que significa el cierre de un hospital en Argentina, algo de lo que no hay precedentes, y también empezar a desmentir todas las cosas que estaban diciendo por parte del Gobierno Nacional" relató Pedro.
En lo que refiere a los argumentos de parte de la gestión libertaria para disponer el cierre de la institución médica, Bosco Veiga manifestó que por el momento nadie se comunicó con las y los trabajadores de manera oficial, "más allá de cuando el director dio la orden ministerial y se fue, todavía no está dispuesto el cierre del hospital, si se nos dijo que muy posiblemente podría ser el viernes por decreto" indicó.
La movilización y visibilización por parte del personal médico y no médico, en suma con el apoyo tanto de personas autoconvocadas como de diferentes colectivos, podrían, si el oficialismo comprende lo que implica esta medida, impedir el cierre de la institución, "nos dicen que podría ser un reajuste, un reacomodamiento, pero no sabemos bien que puede llegar a ser".
"En esa situación estamos ahora, seguimos en el hospital, seguimos trabajando y muchos compañeros, desde el viernes, pasamos las noches acá" subrayó.
Como respuesta a los argumentos emitidos mediante un comunicado por la cartera de salud, con el objetivo de justificar el cierre de la institución, Pedro explicó: "El gobierno dice que no son tantos los pacientes que atendemos, que no son tantas las personas que están internadas, que sale muy caro. Lo que nosotros respondemos es que somos el único hospital de salud mental en la Argentina que trabajamos en Parque Patricios -Buenos Aires- y en red con diferentes efectores de salud de nivel nacional como un centro de referencia, que tenemos internaciones, pero a partir del 2011 las internaciones en salud mental se rompen, esto está bueno explicárselo a las personas, se rompe el foco de manicomialización que significa encerrar a un loco y tenerlo 20, 30 años encerrado, lo que se busca es que las internaciones sean el menor tiempo posible y que esas personas se vuelvan a reinterpretar en la sociedad" detalló.
Y en este sentido, agregó que en el hospital trabajan en torno a la ley de salud mental y compartió: "Este año atendimos 25.000 prestaciones médicas y 98.000 de otras prestaciones en salud mental. Tenemos dispositivos en la Villa 21 como el Barrio 21-24, nos quieran a tratar de ñoquis, de casta y de que no laburamos, la verdad que es un mensaje bastante perverso y triste porque nunca a la Argentina se cerraron hospitales" destacó el especialista.
El cierre del hospital comprende, además de la finalización de cientos de puestos laborales, la imposibilidad de acceso a la medicación de un gran número pacientes, mientras que contar con instituciones públicas dedicadas a la salud mental, significa, entre tantas otras cosas, igualar las oportunidades.
Un dato no menor que Pedro expuso a lo largo de la charla se encuentra vínculado al suicidio, "en Argentina la segunda causa de muerte de niñeces y adolescencia, después de los accidentes es el suicidio, nosotros también brindamos servicios de salud mental para estas edades. Después de la pandemia, y en contexto de crisis económicas, vemos cada vez más consultas por salud mental, depresión, esquizofrenia, psicosis, consumo, intentos de suicidio, suicidios".
Finalmente, remarcó la importancia de disponer de instituciones públicas de salud mental, "la medicación psiquiátrica es muy cara y hoy en día tener un tratamiento de salud mental fuera de una institución pública es un privilegio de clase".
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