Este jueves, los defensores del Pueblo, Jorge Henn y Gabriel Savino, inauguraron oficialmente la nueva sede de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes en Santa Fe.
El espacio representa un importante avance en la consolidación de las instituciones dedicadas a la protección de los derechos de la infancia y la juventud y está ubicado en San Jerónimo 2715.
La Defensoría busca adaptarse a los nuevos desafíos que presentan las problemáticas contemporáneas, en exclusivo por LT9, Jorge Henn se refirió a la inauguración y comentó los principales inconvenientes que atraviesa el sistema, "es una sede de atención de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, un espacio que ya existía y que trata de optimizar los recursos existentes para hacerlos más visibles, más accesibles, con estructuras que estén capacitadas como para tomar decisiones, para poder estar más cerca de temáticas que son muy complejas y que afectan a la juventud y a la niñez" indicó.
En muchos casos, estas situaciones de vulnerabilidad de las niñeces y adolescencias "están relacionadas con violencia, abusos sexuales, ciberdelitos, salud mental, consumo problemático, falta de cuidados parentales, problemas cuando hay dificultades entre una obra social y los pediatras, la ludopatía", detalló Henn, y agregó que a partir de la apertura de este nuevo espacio consolidaron "una estructura con capacidad para dar respuestas rápidas a las problemática de nuestra juventud".
Consultado sobre el marco normativo del proceso, el defensor explicó la existencia de un tema muy grave y vinculado al hecho de sacar a un niño de su centro de vida por la decisión del Estado, mediante una medida excepcional -en muchos casos relacionados con violencia o con alguna otra circunstancia-, "actualmente las leyes nacionales establecen un período rápido de resolución de la situación del niño y lo cierto es que esto no ocurre".
En este sentido, Henn aseguró que es mínimo el porcentaje de casos que logran resolverse en ese periodo de tiempo, "estamos hablando de tiempos que no vuelven, para los niños el tiempo te juega en contra cuando no hay una respuesta, no lo mismo tener 7, 8, 9, 10, 11 o 12 años" cuestionó.
El defensor, señaló la necesidad de que durante el tiempo de resolución, el Estado busque esquemas alternativos a los centros de residencia conveniados o no conveniados, y sostuvo que pese al enorme esfuerzo que hacen estos espacios existentes, es decir, los hogares de transito, estos "no son aptos para construir la subjetividad necesaria en los niños y en las adolescencias, como para que puedan contar las herramientas necesarias para enfrentar la vida el día de mañana"
"Lo cierto es que un chico que se retira de su hogar, por la razón que fuera, pasa un promedio de cuatro a seis años institucionalizado con todo lo que significa esta alternativa que debe ser siempre la última opción y que sabemos trae en algunos casos impactos negativos por la falta de sensibilidad" concluyó en relación a lo que sucede actualmente.