La Asociación Civil ABRA realizará el próximo 30 y 31 de octubre el primer Congreso Internacional “Salud Mental Integral y Consumos Problemáticos”. La temática vinculada a la salud integral incluye salud mental, consumos problemáticos y su relación con problemas sociales.
La licenciada en Psicología Paula Carestía Lostaló, directora del área de formación académica e investigación de la Asociación ABRA, dio detalles esta mañana en LT9 del evento. “Este Congreso viene un poco a propósito de repensar algunas cuestiones y de poner un poco en agenda social este tema para poder revisar las prácticas sobre todo, entendiendo que mucho de lo que se hace viene de una tradición pero que no está demasiado ajustada a la realidad, que hay problemáticas que vienen surgiendo en relación a los consumos problemáticos, como por ejemplo el juego, las apuestas, el consumo de pantallas por las infancia, que no entran en los paradigmas tradicionales de lo que se entiende consumo problemático” explicó la posesional.
La licenciada Carestía remarcó que desde la Asociación proponen una mirada integral del problema, que es “evaluar y explorar qué recursos cuenta esa persona y qué recursos cuentan sus allegados, su familia, su red de contención. Qué recursos cuentan desde lo cultural, desde lo comunitario, desde lo territorial, desde lo estatal y qué factores de riesgo existen en estas áreas”.
La profesional destacó la importancia de los tratamientos, pero fundamentalmente la prevención. “Siempre la prevención y la información es fundamental. Y justamente esas cuestiones que preocupan tanto a los padres, es necesario abordarlas desde esos lugares. En otros momentos fue la marihuana o la cocaína. Ahora son las pantallas, son las apuestas en los teléfonos y eso va cooptando la vida de las personas, se van metiendo cada vez más adentro de esos mundos digitales que también es lógico, pero se queda mucho por afuera y es lo que intentamos proponer” detalló.
Finalizó diciendo que “la mayor prevención es abrir el diálogo, poder tener una comunicación fluida. Y esa comunicación fluida se logra desde poder pensar, no desde la prohibición como solución y como respuesta”.
“Desde la Asociación abogamos mucho por lo que se llaman políticas de reducción de riesgo y daño, que tiene que ver no con la prohibición porque el chico usa el teléfono coo medio de comunicaciones. No podemos prohibir a un niño más pequeño que tenga ganas de ver una película, que tenga ganas de ver televisión, porque nosotros como adulto también lo hacemos. Entonces abramos el diálogo, hablemos sobre esto, hablemos sobre lo bueno, hablemos sobre lo malo, estemos disponibles para las preguntas, pero sin juzgar y sin prohibir como primera alternativa. Porque ahí es donde se generan las distancias, ahí es donde empiezan a aparecer obviamente el mentir, el ocultar, el alejarse de ese otro que me está previendo eso que yo quiero” concluyó la licenciada en Psicología Paula Carestía Lostaló.