Las inundaciones generalizadas y los corrimientos de tierra generados por una tormenta tropical en el noreste de Filipinas dejaron este jueves al menos 24 muertos, arrastraron coches y obligaron a las autoridades a buscar lanchas motoras para rescatar a los habitantes atrapados, algunos en los tejados.
El gobierno cerró escuelas y oficinas -excepto las que se necesitaban urgentemente para responder a la catástrofe- por segundo día consecutivo en toda la isla principal de Luzón para proteger a millones de personas después de que la tormenta tropical Trami azotara la provincia nororiental de Isabela pasada la medianoche.
La tormenta -conocida como Kristine en Filipinas- se instalaba sobre la ciudad de Aguinaldo, en la provincia montañosa de Ifugao, después del amanecer, con vientos sostenidos de hasta 95 km/h y rachas de hasta 160 km/h. Los vientos se dirigían hacia el oeste y se preveía que entrara en el Mar de China Meridional más tarde este jueves, según los meteorólogos estatales.
Muertes y devastación
Al menos 24 personas murieron, en su mayoría ahogadas, en la región de Bicol y en la cercana provincia de Quezón, duramente golpeadas por el huracán, pero se esperaba que la cifra aumentara a medida que las ciudades y pueblos aislados por las inundaciones y las carreteras bloqueadas por corrimientos de tierras y árboles derribados consiguieran enviar informes, según la Policía y las autoridades provinciales.
La mayoría de las víctimas mortales de la tormenta se registraron en la región de Bicol, de seis provincias, al sureste de Manila, donde murieron al menos 20 personas, entre ellas 7 residentes en la ciudad de Naga, que se vio inundada por riadas repentinas cuando Trami se acercaba, arrojando el equivalente de lluvia a más de dos meses de precipitaciones en solo 24 horas en marea alta, según dijeron el jefe de la Policía regional, el general de brigada Andre Dizon, y otros funcionarios.
Despliegue de recursos para los rescates
Aunque las fuerzas gubernamentales rescataron a miles de aldeanos que quedaron atrapados en las aguas, este jueves hubo que salvar a muchos más en la región de Bicol, incluidos algunos que se encontraban en los tejados.
Unos 1.500 policías fueron desplegados para las labores de mitigación del desastre, dijo Dizon.
“No podemos rescatarlos a todos a la vez porque son muchos y necesitamos lanchas motoras adicionales”, dijo Dizon a The Associated Press por teléfono. “Estamos buscando formas de entregar comida y agua a los que quedaron atrapados pero no pudieron ser evacuados de inmediato”.
Dos millones de afectados
Inundaciones repentinas arrasaron y sumergieron coches en algunas partes de la ciudad de Naga, mientras que las corrientes de lodo procedentes de Mayon, uno de los 24 volcanes activos del país, en la cercana provincia de Albay, taparon varios vehículos, dijo Dizon.
El tiempo tormentoso se mantuvo en la región, dificultando los esfuerzos de socorro, dijeron las autoridades.
La agencia gubernamental de mitigación de catástrofes declaró que más de 2 millones de personas se habían visto afectadas por la tormenta, incluidos 75.400 aldeanos que fueron desplazados de sus hogares y se refugian en terrenos más seguros.
Alrededor de 20 tormentas y tifones azotan Filipinas cada año. En 2013, el tifón Haiyan, uno de los ciclones tropicales más fuertes registrados en el mundo, dejó más de 7.300 muertos o desaparecidos y arrasó pueblos enteros. (AP)