Un proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados busca volver a poner en funcionamiento la Refinería San Lorenzo de YPF, que dejó de funcionar a fines de 2018, transformándola en una planta de “biojet”, el biocombustible para aviones de reacción que aerolíneas como United Airlines o Iberia ya están usando.

La iniciativa pertenece al diputado socialista Joaquín Blanco y pretende aprovechar el espacio inactivo y producir combustibles sostenibles que permitan reducir las emisiones de la industria aeronáutica. "Se calcula que el 3% de los gases de efecto invernadero son producidos directamente por los aviones", sostuvo el diputado.

El legislador hizo un repaso por la historia de la vieja refinería San Lorenzo, a la que llamó "un orgullo de la provincia" y rememoró, "Imaginate que en su época dorada trabajaban directamente 12.000 obreros en esa refinería y a partir de la misma, es que se desarrolla todo el polo petroquímico del cordón industrial de Rosario".

La idea de polo de producción es también lo que pretende reflotar el legislador socialista, poniendo en funcionamiento este gigante que "era propiedad de YPF y en 1992 fue privatizada, pasó por diferentes manos ya partir del 2017 vuelve a ser propiedad de YPF y a partir del año 2018 la planta está parada completamente".

"Hoy es un predio absolutamente abandonado, deteriorándose"

Lo dejó en claro, Joaquín Blanco que añadió aún más cualidades del predio: "tiene puerto propio sobre la ribera del Paraná, en el seno corazón de la hidrovía Paraná-Paraguay, tiene tanques, tiene toda la infraestructura de caños, tiene todo el parque de camiones".

Blanco lleva trabajando mucho meses la iniciativa que está enfocada en un concepto que usa también el gobernador Pullaro: "La Santafesinidad", que deja de lado lo partidario para hacer eje en la provincia. "Tenemos que tener la camiseta de Santa Fe puesta, esto tiene que pasar en nuestra provincia, tenemos que defenderlo con uñas de dientes, el gobernador está comprometido con este proyecto, tenemos que empujar todos para que esto pase y que no siga abandonado ese predio, porque es un sin sentido más de nuestra historia nacional", sostuvo con toda claridad Joaquín Blanco.

El proyecto es, a todas luces, estratégico para Santa Fe, ya que de hacerse realidad promoverá inversiones y generará empleos que redundarán en el crecimiento económico regional. La idea del socialista es que manos privadas se hagan cargo de la nueva refinería y adelantó: "Estamos hablando de una inversión de trescientos y cuatrocientos millones de dólares. "Tenemos esa biorefinería sobre la hidrovía del río Paraná-Paraguay, tenemos la materia prima para realizar este biocombustible que es la carinata. Solamente es coordinar, es poner un proyecto adelante, darle seguridad y marco jurídico", cerró y aclaró que aún falta que YPF ponga el predio a disposición.

"El abandono no es gratuito"

"Cuando estas plantas, que durante 70, 80 años trabajaron con derivados del petróleo, no se las mantiene. Se te empieza a degradar el suelo, se degradan las napas, entonces no hacer nada no es una opción, porque tenés un problema ambiental grave", graficó el diputado Blanco.

Toda la industria petroquímica de San Lorenzo surgió a partir de esta refinería, "un proceso similar, aspiramos a que suceda, el potencial que tiene esto es muy grande y por eso hay tanta gente que se está sumando entusiasmada", sostuvo.

La Refinería San Lorenzo tiene una larga historia en el Cordón Industrial. Fue fundada en 1938 por YPF, que tuvo su propiedad hasta 1993, cuando fue privatizada y vendida a Pérez Companc. Luego fue propiedad de la española Repsol y más tarde de la brasileña Petrobras. En 2002 pasó a manos de Oil Combustibles y, a fines de 2018, fue adquirida nuevamente por YPF en sociedad con Dapsa por 85 millones de dólares. La empresa petrolera estatal tiene la titularidad exclusiva de las instalaciones de la refinería y el puerto emplazado sobre la hidrovía Paraná-Paraguay; todo el complejo incluye la destilería, planta de despacho de combustible, parque de tanques, planta de asfalto y un puerto de gran envergadura.

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