Los recovecos del Palacio San Martín, sede la cancillería argentina, son una fiel representación del historial zigzagueante de la Política Exterior del país. Desde el retorno de la democracia en 1983, se configuró para el plano externo lo que el investigador y docente Roberto Miranda ha resumido como “una política que no fue de Estado”. Fue justamente este autor, de profusa literatura sobre el tema, quien impulsó la creación en el ámbito de la UCSF, del Instituto de Estudios de Relaciones Internacionales. Bajo su dirección, Victoria Roverano y Virgilio Grotter –ambos Magister en RR.II. egresados de esa Universidad– son dos de los integrantes del grupo de trabajo que se propone como primer proyecto, desarrollar una investigación orientada a identificar las principales dificultades y fluctuaciones que jugaron en contra del declamado objetivo de desarrollo.

Origen del Instituto y el primer tema de estudio

En el campo de las Ciencias Sociales, el estudio de Relaciones Internacionales constituye una disciplina o –si se prefiere– una inter–disciplina bastante joven. Sus fuentes principales son la Ciencia Política, la Historia, el Derecho y la Economía. Por esa razón, los casos de tratamiento que abarca son muy diversos, pero siempre referidos al sistema “mundo”. Con esa premisa se dio vida al Instituto dependiente del departamento de posgrado. Pero la particularidad del  proyecto, es que busca generar un nexo con la carrera de grado de Licenciatura en Relaciones Internacionales.

Sobre el primer estudio emprendido, Roverano explica que “se comienza a analizar el caso argentino dentro de un sistema internacional que muta, que se transforma. Partimos de una pregunta central: ¿por qué Argentina ha quedado rezagada en el sur global teniendo condiciones similares a otros países que han crecido? A partir de ese interrogante se consideran factores tales como: exportación de materias primas, el desarrollo de infraestructura, las inversiones extranjeras, y la lectura o percepción del contexto internacional. Se apunta a  trazar un comparativo de Argentina con India, Pakistán, Turquía, Arabia Saudita, y  posiblemente se incorporen Singapur y Sudáfrica”.

Una tesis como plataforma de investigación

En su tesis de maestría, Grotter investigó mediante un estudio comparativo, la aplicación del principio de “no intervención” en asuntos externos que no involucraran a Argentina. El trabajo aborda el período comprendido entre 1983 y 2007 y su autor resume que “ese principismo que caracterizó a la Política Exterior de nuestro país desde el retorno de la democracia, se rompió durante la primera guerra del Golfo que se produjo entre los años 1990 y 1991 cuando Carlos Menem dispuso el envío de dos buques y dos helicópteros a la zona de conflicto para que se sumen a la coalición internacional liderada por EE.UU. y el Reino Unido contra Irak”. Sobre aquella controvertida decisión adoptada durante la era menemista, el especialista recuerda que fue resuelta en el marco de las “relaciones carnales”, una descripción instalada por el propio canciller del período, Guido Di Tella, para referirse a la vinculación con Estados Unidos. En opinión de Grotter, esa especie de “sobreactuación de Política Exterior” no  le significó un diferencial de beneficios directos a Argentina.

Paralelismos y matices

Si de comparaciones se trata, resulta inevitable el impulso a cotejar no sólo la década menemista, sino integralmente toda la Política Exterior ejercida desde la re–democratización hasta la actualidad. Entonces surgen algunas similitudes y diferencias al enfocar la lente en el primer año del gobierno de Javier Milei. Al respecto, tanto Roverano como Grotter, coinciden en identificar ciertas reminiscencias con la era de las “relaciones carnales”, pero aclarando que en el contexto de finales del siglo XX, Estados Unidos se erigía como única superpotencia de la pos–Guerra Fría. Hoy ya muy cerca de 2025, el vertiginoso ascenso de China, la creciente irrupción de los BRICS, y el sostenido antagonismo a Occidente que plantea Rusia, son algunos de los principales factores que desafían la estrategia de posicionamiento de Argentina frente a un mundo con mayores tensiones en la estructura del poder mundial, en relación a aquellas que caracterizaron a los `90. ¿Alineamiento incondicional con Estados Unidos o contemplación de China como contraparte? ¿Ideologización o pragmatismo? ¿Estrategias bilaterales o multilaterales? Se trata de interrogantes a responder con el paso de los años y con análisis profundos e integrales, a los que se dispone un grupo de internacionalistas de la UCSF.