Este sábado miles de personas formaron parte del festival "Una memoria que arde" que se realizó en la exESMA en repudio a los cientos de despidos en la Secretaría de Derechos Humanos y el anuncio del "cierre y reestructuración" del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, emplazado en el lugar.
"Sin trabajadores no hay memoria" fue la consigna principal del festival organizado por trabajadores del centro cultural Conti y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
Durante el mes de diciembre se concretó el cese de 2400 contratos en el Ministerio de Justicia bajo la modalidad conocida como ACARA, 400 trabajadores y trabajadoras pertenecían a Derechos Humanos, áreas enteras y sitios de memoria quedaron diezmados de trabajadores, algunos de ellos quedaron en cero.
A esto se le sumó el anuncio del secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, del cierre y reestructuración del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
Tras esta noticia, trabajadores y ATE organizaron en respuesta este festival del que participaron diferentes referentes de derechos humanos como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y músicos reconocidos como Liliana Herrero y Juan Falú, entre otros.
El escenario se montó frente a la entrada del centro cultural Conti, que se encuentra temporalmente cerrado por decisión del oficialismo.
Entre los asistentes, hubo banderas de sindicatos de trabajadores de Aerolíneas Argentinas, el Hospital Bonaparte y Sipreba. También de organismos de derechos humanos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.