En el marco de la reorganización del archivo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, funcionarios descubrieron 83 cajas de madera que contenían material vinculado al nazismo, ocultas en el subsuelo del Palacio de Tribunales desde 1941.
El hallazgo se produjo durante las tareas de preparación para la creación del Museo de la Corte Suprema. Al abrir una de las cajas, se detectó que contenía documentos que buscaban consolidar y expandir las ideas de Adolf Hitler en Argentina, en plena Segunda Guerra Mundial.
Los documentos -entre ellos pasaportes, libretas de afiliación, postales y fotografías- habrían llegado al país en un barco proveniente de Japón. Según se informó, fueron enviados por la embajada alemana en Tokio, presuntamente como "efectos personales", aunque la aduana argentina ya en ese momento detectó irregularidades y alertó a Cancillería.
En exclusivo por la Nueva Nueve, Bruno Garbari, responsable de contenidos del Museo del Holocausto de Buenos Aires y unos de los especialistas que participará del relevamiento del material, brindó detalles del hallazgo. "Este descubrimiento fortuito puede arrojar luz sobre la presencia nazi en Argentina y revelar conexiones que hasta hoy permanecían ocultas", expresó.
El contenido hallado incluye material de la Unión Alemana de Gremios (U.H.E.) y listados de miembros del Partido Nazi en el exterior, particularmente de Argentina, lo que podría permitir cotejar con archivos ya existentes y profundizar la investigación sobre redes de apoyo nazi en el país.
Garbari sostuvo que este hallazgo podría ayudar a entender cómo operaron las redes de financiamiento, apoyo logístico y cobertura para criminales de guerra nazis, muchos de los cuales llegaron a Argentina tras la Segunda Guerra Mundial bajo identidades falsas.
"Nos va a permitir ampliar conocimientos sobre lo que ya existe, especialmente sobre la etapa previa al exterminio y la expropiación a comunidades judías", agregó.
Si bien el proceso de escaneo e investigación apenas comienza, se espera que lleve meses o incluso años, dada la cantidad y el estado dispar de conservación de los documentos.
La comunidad académica, jurídica e histórica se mantiene expectante frente a lo que puede surgir de este hallazgo. Además de su valor para la memoria colectiva, podría tener implicancias judiciales si se prueba la participación activa de individuos o instituciones en crímenes contra la humanidad.