El expresidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica murió este martes a los 89 años. Pepe padecía cáncer de esófago y en los últimos días tanto su esposa, Lucía Topolansky, como el actual mandatario uruguayo, Yamandú Orsi, informaron que el cuadro de salud se había agravado. Mujica no solo fue un líder, sino también un símbolo de lucha y compromiso humano, capaz de trascender las ideologías y los intereses políticos para enfocarse en lo que realmente importa: las personas.
El exministro de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, recordó a José "Pepe" Mujica como una figura única que dejó una huella profunda en quienes lo conocieron. En exclusivo por la Nueva Nueve Contigiani relató su relación cercana con el exmandatario y compartió lecciones de vida que Mujica le transmitió, tanto en lo político como en lo personal.
"Tuve la suerte de conocerlo cuando empecé mi tarea como ministro de Producción en el gobierno de Miguel Lifschitz tomamos contacto con él porque teníamos varios proyectos que nos vinculaban con Uruguay, ahí lo fuimos a ver a su chacra e iniciamos una hermosa relación", contó el exministro.
A lo largo de su mandato, Contigiani tuvo la oportunidad de visitar a Mujica en su chacra, un espacio sencillo en las afueras de Montevideo, donde el líder uruguayo cultivaba su amor por la tierra. Estos encuentros fueron mucho más que simples reuniones políticas, y el ex funcionario destacó la sencillez y la sabiduría de Mujica en cada charla. "Hemos estado cinco o seis veces en su ranchito. Me acuerdo que nos dijo de entrada: 'Si les gusta la guita, dedíquense a otra cosa, la política es pasión, no es profesión'. Esa frase me quedó grabada para siempre", recordó Contigiani.
Para Mujica, la política no era un medio para enriquecerse, sino una vocación, y esa visión fue algo que siempre transmitió a quienes lo rodeaban. Su crítica al consumismo, su defensa del ser humano por encima de las ideologías y su llamado a una política más humana y menos enfocada en los intereses personales fueron constantes en sus conversaciones, "la visión de Pepe trascendía la ideología, ponía a la persona en el centro" destacó Contigiani.
A pesar de las diferencias ideológicas, Mujica tenía una capacidad única para conectar con las personas. Esta habilidad de diálogo y su constante reflexión sobre la humanidad marcaron la relación que estableció con el exministro argentino.
Además de su visión política, Contigiani destacó la fortaleza interior de Mujica, quien pasó más de 12 años en prisión durante la dictadura de Uruguay. A pesar de las condiciones extremas, el líder uruguayo encontró refugio en los libros y la lectura, lo que le permitió sobreponerse a la adversidad, "estaba literalmente en un pozo, hasta que una profesional le permite empezar a leer, eso le salvó la vida".
Finalmente, Contigiani recordó con cariño la visión que Mujica tenía sobre la Argentina. El exmandatario uruguayo se preocupaba profundamente por la polarización política en el país vecino y solía aconsejar, "siempre nos decía: 'no se pelen tanto, bajen los decibeles, no va por ahí la cosa.’ Amaba mucho la Argentina" añadió .
Pepe Mujica dejó un legado de humanidad, ética y compromiso, y su mensaje sigue vigente como ejemplo de liderazgo en tiempos de crisis política y social.