ASHINGTON.- El presidente Donald Trump decidió poner fin al programa encubierto de la CIA que durante años armó y entrenó rebeldes sirios moderados que peleaban en contra del régimen del presidente Bashar al-Assad.
Rusia había presionado a Estados Unidos para que terminara el programa, cuyo fin fue informado por el periódico The Washington Post. Funcionarios le dijeron a ese diario que el término de la operación refleja los intereses de Trump en encontrar vías de colaboración con Rusia.
El programa fue un componente clave del gobierno de Barack Obama en 2013 para poner presión sobre al-Assad para que renunciara al cargo. Pero hasta sus simpatizantes cuestionaron su utilidad desde que Moscú mandó fuerzas a Siria dos años después.
Rusia vio el programa contra al-Assad como un ataque a sus intereses.
Terminar con el programa significa, además de apaciguar al presidente ruso Vladimir Putin, el reconocimiento de Estados Unidos de la limitada capacidad que tuvo para remover a al-Assad del poder.
La secretaria de prensa adjunta de la Casa Blanca, Sarah Sanders, negó comentar algo sobre el fin del programa informado por el periódico, y dijo que no sabía si lo habían discutido durante el par de reuniones que Trump sostuvo con Putin en la cumbre del G-20 en Alemania a principios del mes.
Por su parte, la CIA declinó comentar sobre el reporte.
Después de la reunión entre Trump y Putin, Estados Unidos y Rusia anunciaron un acuerdo de cese al fuego en el suroeste de Siria, donde operaban muchos de los rebeldes apoyados por la CIA.