El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha declarado ayer lunes el cierre de guarderías, colegios e institutos, y de toda la actividad no esencial, lo que incluye comercios, gimnasios, prostíbulos y museos, hasta el 19 de enero, en el confinamiento más rígido aplicado en Países Bajos desde marzo.
En un discurso a la nación, inusual en un jefe de gobierno neerlandés e interrumpido con pitidos y gritos de fondo de una protesta convocada delante de su oficina contra las restricciones, Rutte confirmó que Países Bajos "estará confinada" de forma inmediata y durante cinco semanas, tras dispararse los contagios a casi 10.000 casos por día.
A día de hoy, el país acumula más de 632.000 casos, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, y el pico más alto lo alcanzó el 30 de octubre, con 11.172 nuevos contagios contabilizados ese día.
Dos meses después de cerrar bares y restaurantes para controlar sin éxito los contagios ante la nueva escalada de este mes de diciembre, Rutte, que calificó las medidas de "severas" y "drásticas" pero "vitales".
Asimismo ha pedido a los ciudadanos reducir sus salidas, confinarse, no viajar al extranjero y limitar el número de invitados a casa a un máximo de dos personas, límite que también se aplica en exteriores.
La excepción a la norma será el 24, 25 y 26 de diciembre, cuando se podrá recibir a un máximo de tres visitas por día en casa, como en la actualidad, quedando excluidos del cómputo los niños de hasta 12 años.( rtve.es)