El fútbol le da una nueva oportunidad a uno de los futbolistas que mayores expectativas generó en sus comienzos y que, por culpa de las adicciones, no pudo terminar de confirmar todo lo bueno que proyectaba. El delantero Brian Fernández se reintegró hoy a los entrenamientos de Colón de Santa Fe luego de mantener una conversación con el director técnico Néstor "Pipo" Gorosito, en su regreso al conjunto "sabalero" tras jugar en otras instituciones a préstamo, y quedó en condiciones de ser tenido en cuenta.
Fernández, de 28 años, tiene contrato vigente con Colón y se sumó al plantel tras cumplir una serie de requisitos exigidos por el club, dado que lucha por superar una adicción que le ha imposibilitado sostener una carrera acorde a sus reconocidas aptitudes. Su DT recibió con entusiasmo la posibilidad de contarlo y en declaraciones públicas consideró que "todo depende de él", por lo que de no mediar ningún contratiempo lo convocará cuando lo crea conveniente.
Una carrera marcada por los goles y los inconvenientes personales
En 2015 Brian Fernández era una de las grandes apariciones del fútbol argentino. A tal punto que el reciente campeón Racing pagó 1 millón de dólares por el 50% del pase del punta (que entonces militaba en Defensa y Justicia) y firmó un contrato por cuatro años.
Fernández había sido la figura del Halcón en la B Nacional y tuvo un buen semestre junto al club de Varela en Primera. Diego Cocca ya lo había dirigido y lo pidió para reforzar el ataque académico.
El inicio de su estadía en el club de Avellaneda fue frenético, a puro gol y gambeta. Pero en mayo de ese año, y a cinco meses de su llegada a la "Academia", fue suspendido por doping. En aquel momento, había dado positivo en dos partidos, ante River y ante Guaraní, por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2015.
FIFA le había dado dos años, CONMEBOL uno, y se terminó optando por una sanción del medio. El jugador se recluyó en una clínica de rehabilitación en Tijuana, México.
Cumplió con la pena impuesta y pudo volver a calzarse la camiseta de Racing en enero de 2017, pero Diego Cocca (quien volvía a dirigir al club de Avellaneda) decidió relegarlo debido a su indisciplina y por faltar a varios entrenamientos. Fue el inicio de su periplo por varios clubes.
Primero le tocó vestir la camiseta de Sarmiento de Junín, a préstamo desde la “Academia”. Luego pudo estar en Francia para ser parte de Metz. Pero donde logró reencausar su carrera fue en Chile. Vistiendo la camiseta de La Calera, Brian Fernandez volvió a brillar y se ganó la consideración internacional y asi fue como llegó a Necaxa de México.
“La droga te saca la familia, te saca amigos, te saca plata. De a poco te va sacando todo. Me hacen controles todas las semanas. No me molesta, es más, me gusta demostrar que estoy bien”, indicó Fernández en aquel momento y en una cruda confesión sobre el infierno que era en su vida la temática de las adicciones. ''Atravesé momentos duros en mi vida. Ahora quiero jugar al fútbol y ser feliz. Estoy haciendo un esfuerzo muy grande para seguir mejorando como persona'', señaló el ex delantero de Defensa y Justicia, Racing y Sarmiento de Junín.
La cantidad de goles y su explosión fue tal en la Liga Mexicana que el Portland Timbers de la MLS de Estados Unidos. Pero los problemas volvieron a aparecer.
Primero, ya en la Liga norteamericana ingresó al "Programa de Abuso de Sustancias de la MLS". Y explicó, en aquel tiempo, que era una medida preventiva: "La verdad es que ando pasando unos malos momentos en lo que es mi vida personal. Y después, nada, pedí ayuda para no volver a recaer en ciertas cosas que me han pasado en la vida. Y nada, para no ser sancionado otra vez y todas esas cosas... Entonces, hablé con el club, hablé con la liga. Me dijeron que había un lugar al cual yo podía ir. Nada. Agarré, le dije que sí, que hoy mismo quería ir. Y me fui. Y fue eso lo que pasó", aclaró Brian.
Y luego, en noviembre de 2019, Brian Fernández dejó de ser jugador de Portland Timbers. Según confirmó el club de Oregon a través de sus redes sociales, la Major League Soccer decidió rescindir el contrato del delantero con la institución.
La rescisión del vínculo tuvo lugar un mes después de que el jugador ingresó voluntariamente al Programa de Abuso de Sustancias. Pese a que el club no argumentó los motivos que originaron la decisión, la página The Athletic Soccer describió que hubo un incumplimiento del futbolista en el Programa de Abuso de Sustancias. Brian Fernández había llegado en mayo de ese año a Portland Timbers. En su paso por la institución, metió 15 goles en 23 partidos.
En enero de 2020 pudo cumplir el sueño de firmar con colón (club del que es hincha confeso), y fue noticia más por el hecho de no poder asistir a entrenamientos que por lo generado dentro del campo de juego. El jugador que desde que llegó a Santa Fe denunció que recibía amenazas y se prendienron las alarmas ya que estuvo unos cuántos días desaparecido, ahora no fue a entrenar y, nuevamente, lo hizo sin avisar. Al dar las razones de su faltazo. Denunció un robo e incluso manifestó que lo encañonaron. "Me apuntaron con un arma en la cabeza. Me robaron, por suerte no me pasó nada", expresó en declaraciones televisivas. Desde que llegó a Colón, Brian vive momentos agiitados: "Se me está haciendo muy difícil andar por la calle, día a día".
"Me robaron un Rolex y me tiraron dos ladrillos en la camioneta", relató. "Me apuntaron con una pistola en la cabeza. Esto fue hoy a la mañana antes del entrenamiento", agregó el delantero. Además, denunció: "Eran hinchas de Unión, que me preguntaron si yo mandaba en Santa Fe". Su estadía estuvo marcada por las ausencias a entrenamientos y una condición que se acrecentó con la pandemia de Coronavirus que derivó en la suspensión del fútbol por espacio de varios meses.
En 2021, Brian Fernández llegó a Ferrocarril Oeste. Tuvo varios episodios, pero también desde lo futbolístico hizo su aporte para que el “Verde” llegue a instancias definitivas de la Primera Nacional. Hasta que, en diciembre de ese año el club de Caballito informó que quedó licenciado del plantel por "problemas personales" y no pudo estar para las semifinales frente a Quilmes, en el marco del reducido por la segunda plaza a la Liga Profesional de Fútbol. El equipo de la dupla Orsi-Gómez no pasó esa serie de mata-mata.
A principios del año pasado en Colón no lo iban a tener en cuenta y, enterados, en Deportivo Madryn se frotaron las manos para recibir a un hombre de su jerarquía para la categoría: los 14 goles convertidos con Ferro en 2021 posicionaron a Brian Fernández como un hombre muy requerido para los equipos de la Primera Nacional que querían contar con él, para aportar experiencia y su cuota goleadora, pero que arrastra algunos problemas afuera de la cancha: "Estoy muy contento de estar en Deportivo Madryn. Muchos decían "'que hacía acá'. Tomé una decisión en la cuál no estoy arrepentido. Me siento muy feliz hoy. Si alguien hizo mal las cosas soy yo", recalcó el delantero en aquel momento.
Lamentablemente, en octubre, el atacante sumó otro capítulo en su delicada situación de salud. La Policía de Santa Fe informó que había detenido al delantero por generar disturbios en la vía publica. Más precisamente, estaba arrojándole piedras a un colectivo.
De acuerdo al parte de la policía, el futbolista se encontraba causando desorden en la esquina de avenida Santa Fe y Teniente Loza y luego de su detención, fue trasladado a la comisaría 18°. Fernández, debió ser neutralizado por una gran cantidad de efectivos policiales debido a su cuadro.
Al llegar a la seccional, fue revisado por los médicos quienes determinaron que sufrió un "problema agudo de salud mental, un brote psicótico", por el cual fue derivado al Hospital Iturraspe, donde quedó internado. Fernández había llegado a Ferro para la segunda semestre de 2022 luego de un paso sin éxito por el club Deportivo Madryn, donde sufrió una recaída por su problema de adicción y no pudo reincorporarse al equipo.
En su regreso a Caballito, jugó apenas siete encuentros y en ninguno jugó desde el arranque y tampoco pudo convertir. Hoy volvió a entrenarse en Colón en busca de la tan esperada oportunidad de volver a ser aquel que fue y, un desafío más importante aún, poder dejar atrás las adicciones y los episodios que lo han acompañado durante gran parte de su carrera.
Fuente: Doble Amarilla