Las últimas elecciones celebradas el último domingo mostraron como dato preocupante una histórica caída en la participación electoral, que apenas alcanzó el 55,6%. A este respecto, Mario Ramos admitió que según el tablero electoral santafesino - una herramienta creada en conjunto por Doxa Data y la UNR- desde la recuperación democrática se observa una curva descendente, pero "resultó sorprendente que esa baja en la participación quizás fue mayor a la esperada y por primera vez bajó tanto en las grandes ciudades como en el interior de la provincia".
Para el consultor de Doxa Data revertir esta tendencia es el mayor desafío de la dirigencia política. Mario Ramos encuentra las razones en una apatía generalizada de la población ante el poco atractivo de las elecciones. En este sentido, marcó las diferencias entre las PASO y las Generales y los comicios para elegir cargos legislativos (elecciones de medio término) y la que elige cargos ejecutivos.
"Entendemos que faltó un poco de publicidad, mucha gente no sabía que se votaba puntualmente el domingo pasado, y además una campaña corta, desde que se aprobó la ley de reforma de la Constitución y hasta que se inició todo el proceso, pasaron apenas un mes y medio, dos meses", señaló Ramos, sumando causas a la deserción de votantes.
Sin embargo, pese a la escasa participación, el politólogo sostuvo que la adhesión al sistema democrático no peligra ya que está "muy internalizado todavía en la sociedad argentina". Ramos insistió el que el fenómeno de baja participación se debe más que nada a la "disconformidad respecto a la dirigencia que ocupa los lugares de toma de decisiones, la falta de compromiso o de movilización de las principales referencias partidarias, y una suerte de falta de conexión entre los tópicos de la agenda de los políticos y la realidad que transita de manera cotidiana cada ciudadano".
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