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Este miércoles, desde el Centro Comercial de Santa Fe manifestaron mediante un comunicado su profunda preocupación ante los recientes incrementos en las tarifas eléctricas, que en algunos casos "superan el 300% respecto al mismo período del pasado año".
En el escrito, la entidad apunta directamente a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y a las políticas nacionales que derivaron en la quita de subsidios como principales responsables del fuerte impacto en el sector.
En exclusivo por la Nueva Nueve, el presidente del Centro Comercial de Santa Fe, Leandro Chavarini, manifestó su profunda preocupación por los desproporcionados incrementos en las tarifas de servicios, especialmente de energía eléctrica, "en muchos casos supera el 300% de aumento, lo que nos pareció desproporcionado para la realidad económica que estamos viviendo en el país", alertó Chavarini.
Las y los comerciantes aseguran que no hay criterios claros en la aplicación de las tarifas por parte de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). A pesar de registrar consumos parecidos, los aumentos son variables y, en muchos casos, incomprensibles. "No nos queda claro cómo es la forma en que la EPE aplica las tarifas de los usuarios" agregó.
Uno de los ejemplos más alarmantes citados fue el de un local que pasó de pagar $45.000 en dos cuotas, a casi $250.000 por el mismo servicio, y en este sentido remarcó que "el comercio ha sufrido aumento en todos los costos, no solamente este. Pero las ventas no acompañan el crecimiento de los costos" explicó Chavarini.
La situación se vuelve aún más crítica para los pequeños comerciantes, donde la factura de luz ya compite o incluso supera el valor del alquiler del local, "para un comercio chico, de cuatro empleados para abajo, es un número muy importante la luz. Hay casos que superó el valor del alquiler, y este es un dato alarmante".
Desde el Centro Comercial sostienen que es imposible trasladar estos aumentos a los precios porque el consumo transita un periodo de paralización y las ventas no repuntan, "si los costos se trasladan a precios, las ventas bajan y es peor", indicó el presidente de la entidad.
Además del incremento, Chavarini manifestó su preocupación por la falta de previsión y la ausencia de certezas en torno cuánto costará la energía el mes siguiente o si habrá nuevos ajustes.
Finalmente, y pese a reconocer -desde su postura- la existencia atrasos tarifarios, consideró que el ritmo del ajuste es inviable, "no estamos cuestionando la necesidad de ajustar, estamos diciendo que no lo podemos pagar" sentenció Chavarini.
Aunque el sector sigue mostrando optimismo en las encuestas, la realidad muestra una ecuación que no cierra y que amenaza con traducirse en cierres de locales si no hay cambios en el corto plazo.