En la peatonal de la capital rusa, Julio González estuvo en medio de los cánticos de los fanáticos de Croacia, antes del vibrante partido por la segunda semifinal del Mundial.
Un grupo de hinchas croatas invadió uno de los paseso tradicionales de la caapital antes de ir al estadio y desplegó un show colorido frente a todos los que pasaban por el lugar en ese momento.
En el final de la Copa del Mundo, las emociones juegan un papel fundamental para los que quedan alentando a sus colores, y esto se ve demostrado a cada instante en todos los estadios y las ciudades.
En la recorrida de Julio González por las calles de Moscú se encontró con Julio, un tocayo que estaba con la camiseta de Argentina. Para él los mundiales son todos distintos, tienen distintas características y como muchos argentinos quería que gane Croacia, como finalmente ocurrió; y en el final invitó a todos los oyentes de la Líder a comer asado con cuero a Viale, en Entre Ríos, de donde es oriundo.